🌭 Un par de perros calientes 🌭

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Shipp: Nakahara Chūya x Dazai Osamu ( Top x Bottom ).
Partes: 2/?
Add Kink: Verbal Humillation.
•Chūya feeder / Dazai feedee

Cuando Chūya aceptó con un notable escepticismo la alocada idea de Dazai, no lo hizo con verdaderas intenciones de llevar a cabo algo más allá de su mente.

Ahora, siendo prácticamente arrastrado, con su mano izquierda siendo firmemente sujetada por la más pequeña y delicada mano derecha del castaño, el de orbes azules cayó en cuenta de que sus palabras no habían sido suaves como brisa de abril; había hecho un auténtico pacto con el demonio y retractarse no era ni de cerca la salvación.

Ese día, el pelirrojo había pasado una buena parte de su tiempo en compañía de Kōyo, hablando sobre cosas banales, misiones pasadas y, quizás llamando "vagabundo" a cierto muchacho que, de hecho, se presentó un par de horas antes de que la noche hiciera su tan ansiado debut.

-¿Qué quieres?-. Preguntó con repugnancia y una actitud fastidiada a penas la mata de cabellos pardos se asomaron tras la puerta, como un niño temeroso buscando un monstruo en su armario, Osamu había ido por él.

-Necesitamos hablar -. Murmuró, en un único hilo de voz denso y seco, generándole una sensación de inquietud al más bajo. Ante esas palabras, Nakahara miró a su mentora en espera a que ésta dictaminara cualquier cosa, y, con un ligero asentimiento de su cabeza mientras tomaba su taza de té de la mesa para darle un pequeño sorbo, la situación empezó a ir en una incómoda dirección.

Ozaki también sabía (más por verlo que por escucharlo) que Dazai estaba locamente enamorado de él. Siendo honesta, no le importaba si su pupilo quería entablar una relación con otro chico, lo que sí le importaba y mucho, era que Chūya no fuese a aceptar al vendado ni borracho; dejaría que él siendo ya un hombrecito decidiera quién le convenía y quién no, así que el que interactuaran más no significaba nada.

Un suspiro frustrado escapó de los labios del mafioso, y retirando su sombrero para hacer una reverencia mientras se disculpaba, abandonó la habitación para irse con el más alto. Una vez ambos se encontraron fuera, Osamu tomó la mano izquierda del contrario y empezaron a correr por el pasillo, guiando torpemente a su compañero que reaccionó muy sorprendido por pasar de una actitud indiferente a una difícil de comprender.

Corrieron por un corto rato, esto debido a que en cierto punto el mayor se detuvo y con un movimiento violento, pudo soltar su mano así poniéndose de inmediato a la defensiva, todavía confundido por todo eso.

-¡¿Qué diablos te pasa?! ¡¿Querías hablar conmigo o sólo era un juego?!-. Gritó furioso, viéndolo con el ceño fruncido y su mandíbula apretada, como un perro a punto de atacar.

Dazai, quien no había cambiado su expresión distante ni por un segundo, sólo veía al de sombrero como si esperara que de hecho él hiciera algo, molestándolo aún más. Estaba a punto de darse la vuelta y regresar sobre sus pasos hasta que por fin la estúpida momia rompió el hielo, dejando en claro un punto.

-Hoy es nuestra cita.

Oh, sí, era cierto. Osamu le había pedido una cita para dentro de unos días y por conveniencia, había olvidado que en realidad, la cita sería esa noche.

-No, no es hoy y por cierto, no es una "cita", sólo iremos por ahí a perder el tiempo.

-El término cita hace referencia a un encuentro con intenciones de pasar tiempo juntos-. Enfatizó levantando uno de sus dedos índices mientras posaba su otra mano en su cadera, queriendo mostrar una postura soberbia y engreída que sólo hizo hervir más la sangre del de orbes azules.

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