C h u b b y D o g s

🍭 Nuestra dulce forma de amar 🍭

Éste es el spin-off de "Una dulce forma de demostrar amor".

Shipp: Edogawa Ranpo x Dazai Osamu ( Top x Bottom ).

Partes: 1/?

Un año.

Un año había pasado desde el anuncio que ambos tórtolos hicieron sobre la existencia de su relación. Un año como pareja pública y por más discusiones y contratiempos que pudiesen separarlos, siempre arreglaban las cosas, con miradas cómplices, y caricias perversas bajo las mesas.

A pesar de hacer hincapié en llevar un año como una feliz pareja, lo cierto es que por algo se hacía la aclaración de 'pública', ya que de hecho, ante la sociedad era un año cuando en realidad, entre ellos era casi el doble.

La primera persona en hacer la entrometida pregunta de que harían para celebrar su aniversario fue Yosano, dando codazos amistosos a su compañero detective, la doctora quería estar enterada de cuán romántica seria su velada.

Edogawa Ranpo, conocido por su increíble intelecto y capacidad de descifrar hasta el más insignificante detalle en una escena del crimen, sólo se limitó a un seco "no lo sé" mientras sostenía una botella de ramune a la que iba dando tragos cortos en momentos, divagando en su mente sobre Dios sabría qué cosa.

A lo lejos, un castaño risueño acostado sobre el sofá de la oficina pretendía ignorar los reclamos de su compañero idealista, en lo que un maremoto de insultos salían de la boca de éste segundo con mucho ímpetus. Sus párpados cerrados con delicadeza le daban una imagen tierna, su rostro regordete de niño pequeño sostenía una sonrisa desvergonzada; tan hermoso, tan suave, el azabache suspiró con desilusión al recordar que todavía faltaban cinco horas, más una extra, para su cita de esa misma noche.

Las manecillas del reloj corrían lento, a un ritmo demasiado insoportable, así que el mayor se recostó en su propio escritorio a tomar una corta siesta en espera a que cuando despertara, ya sería la hora de irse.

Pocas horas después despertó, alterado, al sentir una presión demandante sostener su muñeca y alzarlo de inmediato de su asiento casi haciéndolo caer al suelo por el susto. Abrió sus ojos con intriga en espera de visualizar a quien estaba a punto de gritarle hasta que una voz dulce le hizo retractarse, con una maravillosa sonrisa iluminando su bello rostro, Osamu lo estaba jalando en dirección a la puerta para marcharse.

—Kunikida-kun~, Ranpo-san y yo vamos a almorzar, no rompas nada mientras no estamos~.

Esa simple aclaración bastó para que el rubio rompiera su pluma del coraje, incapaz de detenerlos y aún más de decir algo al respecto. Todos en la agencia sabían que ese par estaba de aniversario, así que darles un poco más de tiempo juntos no crearía problemas...

¿Cierto...?

—Atsushi—, llamó el hombre una vez la ira abandonó su cuerpo y pudo poner en orden su mente e ideas, pensando de inmediato en cierto detalle a penas los enamorados cruzaron la puerta,— Necesito que sigas a Dazai y Ranpo-san, no importa si te descubren.

—P-pero, Kunikida-san, es su a-aniversario y debemos-...—. Las temblorosas palabras del chico tigre fueron cortadas cual mantequilla, al otro lado de donde ambos hombres se encontraban, la mujer de horquilla dorada habló.

—No te dejes engañar por ellos, Atsushi; esos dos iban a todo menos a almorzar—. Aclaró Yosano con picardía mientras le sonreía al de lentes que mantenía una postura seria, alineado a lo expuesto por la contraria.

—Uhm...entonces, ¿a dónde fueron?—. Preguntó con duda y confusión, considerando opciones como ir de compras, pasear o vagar por la ciudad, comer helado en el parque...cosas que, de hecho, no tenían nada de malo.