ADIVINACIÓN

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Al final todos tuvieron que volver a sus respectivos vagones y el Patronus del Grindelwald fue retirado, pues el tren había comenzado a moverse de nuevo; seguramente llegarían más tarde de lo acordado a Hogwarts. Cuando el último vagón del tren se quedo solo con los viajeros iniciales el ambiente quedó silencioso, hasta que Vicent y Gregory comenzaron a comer; siendo seguidos por Blaise.

-¿Qué te dijo el dementor? -pregunta Luna ladeando la cabeza-

-¿Esas cosas pueden hablar? -cuestiona Daphne-

-Es que, al principio parecía estar hablando con Ryan; pero cuando caí al suelo este desvío su atención a mi.

-Lo siento -se disculpan de nuevo los Slytherins-

-No importa, pero ¿que te dijo? -vuelve a preguntar al rubio-

-Al parecer los dementores estaban buscando a Black en el tren, les dije que no se encontraba en este vagón; se sorprendió al notar que podía entenderlo y me preguntó algunas cosas, cuando estaba por irse Luna llamó su atención y el resto ya se lo saben -responde por fin-

-¿Creen que con este incidente el Ministro retiré a los dementores? -pregunta Blaise-

-Lo dudo mucho, a ese viejo no le importa la seguridad de los estudiantes; solo quiere ganar votos para las próximas elecciones -farfulla Draco-

Todos estuvieron de acuerdo con eso, durante el último tramo a Hogwarts la mayoría se la paso comiendo chocolate para pasar el mal rato; cuando llegaron a la estación en Hogsmeade la lluvia ya había aligerado bastante, de todas formas los Slytherins como los futuros aristócratas que serán, utilizaron un hechizo para evitar que sus uniformes y cabello se vean mojados por la suave brisa.

Ryan se encargo de colocar el hechizo en sus pollitos adoptivos (Luna, Astoria y Ginny), debido a la cantidad de personas se vieron obligados a separarse en grupos; Cedric y Draco habían secuestrado al rubio junto con todo y sus pollitos.
Blaise y Theo fueron los últimos en colarse al carruaje en el que ellos se irían, Pansy, Daphne, Susan, Gregory y Vicente tuvieron que irse con algunos miembros del equipo de quidditch (entre ellos Marcus).

-Tú Patronus es genial, ya tiene una forma corpórea mientras que el mío aún es incorpóreo -halaga Cedric-

-Solo tuve que pensar en el recuerdo más feliz -le resta importancia-

-Pero a veces es difícil elegir solo uno -menciona Blaise-

-También de eso depende la forma que tomará, no se porque ya me esperaba que el tuyo fuera un Thestral -murmura Theo-

Al final terminaron bajando del carruaje cuando llegaron a Hogwarts, donde los estudiantes mayores fueron a dejar sus cosas a sus respectivas habitaciones; aún quedaba algo de tiempo antes de que los alumnos de primer año llegarán al castillo (pues los novatos debían viajar por el lago).
Todos dejaron su equipaje y se reunieron en el comedor, ninguno quería enojar a su jefe de casa por saltarse la iniciación de los nuevos; la selección pasó con normalidad y sin ningun inconveniente (no como el año pasado con el dúo que llego en coche).

Cuando finalizó la selección el banquete dio inicio, grandes cantidades de comida comenzaron a llenar todas las mesas; los estudiantes comenzaron a servirse, pero ninguno empezó a comer, porque notaron al director algo impaciente. Estaban a la espera del discurso del viejito.

-¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas que deciros a todos, y como es muy seria, la explicaré antes de que nuestro excelente banquete os deje aturdidos. -se aclara la garganta- Cómo todos sabéis después del registro que ha tenido lugar en el expreso de Hogwarts, tenemos actualmente en nuestro colegio a algunos dementores de Azkaban, que están aquí por asuntos relacionados con el Ministerio de Magia. -hace una pausa- Están apostados en las entradas de los terrenos del colegio, y tengo que dejar muy en claro que mientras estén aquí nadie saldrá del colegio sin permiso. A los dementores no se les puede engañar con trucos o disfraces, ni siquiera con capas invisibles -agrega mientras ve de reojo a cierta persona-. No está en la naturaleza de un dementor comprender ruego o excusas. Por lo tanto, os advierto a todos y cada uno de vosotros que no debéis darles ningún motivo para que os hagan daño. Confío en los prefectos y en los últimos ganadores de los Premios Anuales para que se aseguren de que ningún alumno intentará burlarse de los dementores.

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