BOYFRIEND - Juani Caruso

VII

Ese momento, aquel que ambos creímos un sueño pero era lo suficiente real para haberlo disfrutado, eso era lo único que por mi mete corría, estaba perdida, no sabía que pensar sobre ese suceso, ¿Será que me gusta? o ¿sólo me deje llevar por el momento?, no lo sabía, pero aseguraba que eso tuvo un gran efecto en mí y el otro protagonista del suceso.
La noche se hizo larga y no pude dormir en esa eterna oscuridad, mis pensamientos me abrumanban y cada vez sentía que estaba más lejos de hallar respuestas a mi actuar de aquella tarde.

   No debes afrontar esto sola

Por primera vez mi mente no me jugaba en contra y me ayudaba a no seguir en aquellos pensamientos perdidos.
Ahora sabía a quien llamar y pedir por sus consejos, aunque eso implicaba contarle todo lo que pasó.

Frann 🧚‍♂️

FRAAAN

Decíme

¿Mañana podés venir

al depa?
Necesito hablar con vos

Claro, claro
Ahí estaré

Visto ✓✓

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Amaneció, no dormí en lo absoluto, sabía que las ojeras se me notarían como nunca, pero ahora pensaba de que manera hablaré con Francisco.
Hice mi rutina diaria, me bañé, hice mi skin care y desayuné. Para mi suerte Matías no estaría en el departamento todo el día, ¿Sabrá Dios qué carajos va a hacer?

–Mar, ya me voy– este avisaba de su salida del lugar y a la vez me daba luz verde para poder tener una conversación de la cual él no tiene ni idea– no hagas alguna estupidez mientras no estoy.

–Tranquilo que no incendiaré el departamento– sentí como me culminaba con la mirada– al menos lo intentaré– el mayor desapareció por esa puerta, en media hora llegaba Fran la hadita, así que tenía que prepararme mentalmente para lo que le diré y para lo que escucharé de su parte.

····

El timbre sonó causando que me levantara del sillón de un salto, ahora debo estar serena para no caer en la locura.

Abrí la puerta, de esta entró aquel joven que se había convertido en un hermano para mi– Holi Mar– este hombre es un ser de luz que debe ser protegido– ¿Cómo estás peque?– tomó asiento en el sillón en el que hace menos de un minuto estuve sentada–¿Para qué me querés ver tan repentinamente?

–Epa, más lento con las preguntas– tomé asiento y dispuse en responder sus interrogantes– Para empezar, estoy confundida, en crisis mental y te quería ver para que vos me des tus consejos– sabía que mi contrario está muy curioso y preguntaría hasta que comí ayer en el transcurso de la conversación– vos sabés que das sabios consejos– su risita con la cual sentí que mil hadas nacieron fue lo único que logré escuchar y a la vez pudo tranquilizar un poco mis nervios.

–Bueno, ¿Vos ahora qué hiciste?– aquí empezaba una larga y espero reconfortante conversación– con vos cada día es una cosa nueva.

–¿Por dónde empiezo?– no era momento para bromear pero mis nervios causaban esto– ayer pasaron muchas cosas, cosas de las cuales no se como reaccionar.