VIII

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Sabía que esto no iba a ser fácil

Me encontraba esperando a que abriese la puerta cosa que no demoró mucho en pasar, él estaba allí frente a mi y su rostro sorprendido es algo inolvidable– Puedo pasar– no recibí respuesta alguna solo se apartó y dió a entender que entrase.

El silencio entre ambos parecía eterno pero uno de nosotros habló– Perdoname– vos no debes disculparte debería hacerlo yo– no debí hacer eso– su vos se quebraba, sentía que en cualquier momento iba a caer en llanto– soy un pelotudo– no lo eres– no quiero perderte– me quedé en silencio y eso parecía desconcertante para ambos– decíme algo o lloro.

Se notaba que de alguna manera el quería que el ambiente no fuera tenso– Porfa no llores– su mirada ahora estaba en mi– yo debería disculparme por haberme ido sin siquiera dar explicaciones– aquí vamos– yo, ahora ando soltera– esto lo sorprendió aún más– sé que no debí irme, quería quedarme contigo pero estaba confundida, esto me tomó por sorpresa– las palabras salían y no planeaba pararlas– si vos aún querés que entre nosotros pase algo– te estoy siendo re sincera– estoy dispuesta a poner de lado la amistad y dejar que las cosas pasen– su silencio, este era eterno y eso me causaba nervios.

–No juegues conmigo– no esperaba esa respuesta– tu enserio me gustas y podría gritarlo si vos me lo pedís– se alejó del sillón en el que estaba.

Me acerqué a él, ahora mi confusión no estaba presente y era capaz de saber que era lo que hacía– No lo hago créeme– su rostro ahora estaba más cerca del mío– fui una idiota por haberme ido– acaricie su mejilla en busca de que me mirase–en ese entonces intentaba ocultar un sentimiento que ya se había presentado y me había dejado actuar– Me gustas, pero he reprimido este sentimiento por las ataduras a otra persona.

Ahora mis labios eran los que se aventuraban a los suyos, estos parecían haberse extrañado, ambos ahora eran inseparables y ninguno quería alejarse del otro.
El se alejó– no me hagas esto– rogaba el ruloso– sabés que no podré parar– no lo hagas– yo puedo ser un mejor novio que él– enséñame todo lo que vos sabés– y te lo voy a demostrar.

Acortó la distancia que aún nos separaba, ambos sabiamos que esto podría llegar a más pero a la vez sabiamos que debíamos ir despacio. Pero ahora las cosas deben fluir y debemos dejar de lado las preocupaciones.

Nuestros labios conectaban como si fueran conocidos de toda una vida, se demostraban al otro que cuando algo es mutuo no se puede parar, en que momento terminé besándolo mientras esté me levantaba y ponía sobre una mesa con intenciones de que ese beso sea aún más profundo, no importaba nada ni nadie, ahora éramos solo nosotros y dejarnos llevar era todo lo necesario, este beso es diferente al anterior, es más deseoso y sobre todo ahora demostraba la conexión que dos seres pueden efectuar, esto era una danza distinta, está expresaba un nuevo inicio, talvez un nuevo amor, y dejaban al aire toda preocupación que hubiese, no quiero soltarle pero la falta de aire fue el causante de esto.
Una sonrisa victoriosa se mostraba en su rostro mientras aquel ruloso intentaba recuperar el aliento– te ves muy linda así toda agitada– podría jurar que estaba como tomate– y mucho mas linda así toda rojita.

–Cállate– era difícil pronunciar una oración completa sin parar a tomar aire por la falta que este hacía– y bésame.

Otra vez nuestros labios juntos, pero ahora en un tierno beso, que expresaba un sentimiento hermoso– pero ayúdame a bajar de acá– ahora se reía el pelotudo– no penses que me quedaré aquí– el volvió a levantarme igual que antes y pude jurar que el color carmín en mi rostro era muy notorio, ahora me dejó en aquel sillón que quién sabe de qué será testigo a partir de hoy.

   Yo creo que será testigo hasta de lo prohibido

Juani sabía que conmigo debía ir despacio, apenas terminaba una relación y estaba a punto de iniciar otra, pero ahora era con alguien diferente, con alguien que podría amarte y nunca se cansaría.





BOYFRIEND - Juani CarusoWhere stories live. Discover now