𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎 | PUEBLO PODRIDO

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chapter five

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chapter five

El camino se le hacía largo a aquella joven rubia, ninguno decía nada, era todo muy silencioso y eso le molestaba de alguna forma, ¿por que no hacerlo más ameno?, quería conocer al chico, en otras palabras estaba realmente interesada en el.

──Danilo, ¿no?──pregunto con un poco de timidez.

──Si.──contesto el joven sin apartar la vista del camino, el silencio se volvió a hacer presente, era un poco más incómodo que antes.──No so' de acá, ya te hubiera visto a vo'...──Danilo caminaba mientras dirigía una galleta a su boca.

──No, de acá no soy. Cuando era pequeña vivía en Rosario, luego me mude a Morón y después nos mudamos a Buenos Aires junto con mi padre, era re pequeña igual, ya ni me acuerdo de cuánto tiempo viví en Morón.──mientras Maite caminaba trataba de recordar su infancia, sin embargo, nada le venía a la mente, era todo muy borroso, según lo que le contaba su padre no fue algo muy bonito.

──Ah, re buena.──el joven asintió para comer otra galleta, no tenía mucho interés en la conversación pero aún así hacia preguntas.──Y...¿sos rubia por tu vieja o por tu viejo?──pregunto aún masticando la galleta.

──Por mi madre, hay todo un tema ahí.──contesto la joven. La conversación entre ambos cada vez se volvía más amena, cosa que Maite no esperaba, faltaba poco para llegar a casa y hablar con el, o más bien hablarle, le hacía sentir que su vida cambiaba por completo.──Mi madre era chilena...igual nada que ver que sea rubia, viste.

──Y, si...igual.──contesto el joven con un asentimiento mientras sus manos descansaban en sus bolsillos, el rostro de Danilo decía que quería preguntar algo, con confusión la joven lo miro, estaba dispuesta a resolver cualquiera de sus dudas acerca de ella.

──¿Pasa algo?──pregunto la rubia con su mirada en el chico quien se encontraba algo pensativo.

──Bue...si, sabés, no quiero que penses algo que no es, vo' y yo no somos amigos igual.──dijo para al fin ver a la joven quien quedó un poco asombrada ante las palabras del chico.

──Si, si, ya lo se, nadie ha dicho que somos amigos...solo estamos hablando, nada de otro mundo.──contesto la menor asintiendo, había pensado que al fin se había hecho amiga de aquel chico, pero, sin embargo, no era así.

──Si...──La situación rápidamente se volvió incómoda, Maite no se atrevió a decir nada más por lo que la llegada a su casa fue demasiado silenciosa y esperada por ambos.──Eu, aquí es...──La rubia paró fuera de la casa junto con el más alto.

──Ea, no me vas a presentar a tu mamá.──dijo tratando de mirar dentro, la joven solo fruncio el ceño y negó rápidamente.

──No te andes tomando atribuciones que no te corresponden, gil.──contesto la joven para entrar a la casa, sus palabras no habían sonado para nada amables, era porque realmente se encontraba enojada, pero al entrar se arrepintió rápidamente de sus acciones, ¿su madre estaría decepcionada de aquello que le dijo al joven?, ¿el se lo tomaría personal?, no quería saber la respuesta a aquellas preguntas ya que ahora debía lidiar con su abuela, a la cual ni siquiera le importaba el porque estaba ahí tan temprano.

──¿Mai?──dijo la mayor apoyándose de las paredes para llegar a la joven.

──Ita, hola.──hablo la joven apoyada en la puerta principal, el piso rechinaba con cada paso que la anciana daba.

──¿Vienes a comer?, llegaste tarde.──contesto la mayor con una sonrisa para devolverse a la cocina, era una señora mayor por lo que no notaria el tiempo de su ausencia.

Maite al ver que su abuela volvía a la cocina rápidamente dejó escapar un suspiro, a paso lento siguió a su abuela hasta allá, no tenía hambre, por lo que se negaría a comer.

──Ita, tengo cosas que hacer, comeré más tarde, no te preocupes, descansa un rato.──le dijo la más joven con una dulce sonrisa la cual su abuela le devolvió para sentarse en su antigua silla.

──Esta bien, dormiré un poco.──hablo la mayor asintiendo con suavidad, los ojos de la anciana se cerraban poco a poco hasta que al fin se quedó dormida.

Con lentitud la joven dobló para ir hacia su habitación, al llegar ahí rápidamente se tiró en su cama.

¿Había cometido un error al decirle eso a Danilo?, ¿le habrá molestado al chico?, bueno, lo sabría si no le hablaba mañana, o si la llegaba a acusar con Adela de que no había ido a la escuela, ¿será que era tan buchón el chabón?

Tirada en su cama con un calor infernal pero tapada hasta el cuello se encontraba Maite, miraba el techo totalmente ida en sus pensamientos, se sentía como la peor persona del mundo, ¿le había dicho gil?, ya ni lo recordaba, eso hizo que volviera a sentirse incómoda consigo misma, tapó su rostro con sus sabanas, se sentía tan tonta, ni siquiera se había dado cuenta de que tres horas habían pasado y seguía dándole vueltas al mismo asunto.

El sonido de la puerta principal siendo abierta llamo su atención, rápidamente destapó su rostro para escuchar atentamente, sentía que su corazón latía fuertemente, ¿y si se trataba de Adela?, ¿Si Danilo le había dicho que lo llamó gil?, probablemente no le diría nada por eso, quizás hasta la felicitaría, ¿pero por faltar a la escuela?, estaba claro que recibiría la puteada de su vida, incluso ya se estaba preparando mentalmente para eso.

──¿Vienes a despertar a Maite para ir al escuela?, es temprano aún.──se pudo oir la voz de su abuela desde la cocina, efectivamente, aquella persona que había entrado era Adela.

──Ita, Maite debe estar en la escuela, hoy es jueves, se debe haber ido hace mucho rato.──hablo la mayor un poco más fuerte desde la cocina pero con una voz amable.

──¿Ah, si?──pregunto la anciana un poco confundida.──¿Quien está en la pieza de la niña?──se pregunto mientras se sentaba en la silla nuevamente.

Al oír a su abuela rápidamente Maite se volvió a tapar, el piso rechinaba avisando de que poco a poco Adela se acercaba, la puerta fue abierta y ahí se asomo la mayor, con lentitud Mai se fue destapando y frente a ella la pelinegra la miraba con los brazos cruzados.

──Vos y yo vamos a hablar más tarde.──dijo la mayor con seriedad para después cerrar la puerta e irse.

¿Por que tenía que dejarlo para más tarde?, le daba más miedo si le decía eso, ahora debía esperar tanto para poder tener aquella conversaciones sobre que lo que hizo estaba mal, aunque ya sabía eso.

Buenass, VOLVII, al fin, la verdad no me esperaba que les gustará tanto este Fanfic, les agradezco muchisimo por tanto apoyo, los quiero un montón, gracias, trataré de volver a subir  más caps prontito❤

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𝐌𝐀𝐈 ; 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐋𝐎 𝐒𝐀́𝐍𝐂𝐇𝐄𝐙 𝓪𝓹𝓪𝓬𝓱𝓮Kde žijí příběhy. Začni objevovat