── Los días soleados hasta el punto de sentirse casi hervido en vida nunca fueron del agrado de Maite hasta que ahí lo conoció a el, un chico más alto que ella y de pelo castaño, le pareció interesante verlo jugar a la pelota y cuando el se acercó p...
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chapter eight
Maite miraba fijo a Danilo, la joven estaba sorprendida ante la respuesta del chico.
──¿Que me va' a gustar vos?, no sos mi tipo, rubia falsa.──El mayor río mostrando sus dientes y rompiendo el contacto visual entre ambos.
──¿Quien dijo que creía que era verdad?──Pregunto Maite con sus brazos cruzados.
──Se que te re gusto, no te hagás la boluda.──Dijo el chico colocándose delante de ella con la misma posición.
──Epa, no, no, pará, frená dos años wachin, no me gustás, perdoná eh.──Contesto la joven negando con un rostro serio.
──Che, ¿y la timidez a donde se te fue?──Dijo Danilo riendo ante el comportamiento más defensivo de la rubia.
──Déjame...──Maite salió de la Sala tratando de respirar hondo, nunca había odiado a nadie en su vida, bueno, quizás si lo había hecho, pero en ese momento no se podía acordar, no era que odiaba a Danilo, solo no podía soportar su actitud juguetona.
──¡Che, vos!──Pudo escuchar el grito de un chico el cual estaba apoyado en una pared del lugar, no se le hacía muy conocido tampoco muy amigable, no se quería acercar, sin embargo, no quería ser grosera.
──¿Si?──Pregunto la joven con curiosidad.
──Dale, acércate que no muerdo.──Dijo el joven riendo junto a sus demás amigos.
Maite hizo caso y se acercó al grupo, se veían como bullys, algo que a ella simplemente no le gustaba.
──Soy Hernán, ¿Vos quien poronga sos?──El chico hizo que sus demás amigos rieran, la incomodidad de Maite se podía sentir a kilómetros, y como salvada por la campana alguien la apartó de ese grupo sin explicación alguna.
Alguien había tomado del brazo de Maite y llevado con el, esa persona era Danilo, el chico la había salvado de aquella situación tan incomoda, Hernán y sus amigos le gritaban a Danilo todo tipo de improperios, Danilo solo mantenía su sonrisa de siempre mientras se alejaba con la joven rubia.
──Agradeceme más tarde con algo pa' comer que estoy cagado de hambre.──Dijo el chico. Al ver que ya estaban lo bastante lejos del grupo como para que ya e hayan calmado soltó a la joven.
──Bue, igual gracias...──Maite solo atinó a agradecer con un poco de timidez en su voz.
Ambos se miraron por un largo rato sin decir nada, para Maite era incómodo, sin embargo, pareciera como si Danilo estuviera pensando en decir algo.
──Eu, mira, te voy a preguntar algo, no es de mala onda, che...──Hablo mirandola para después cagarla completamente.──¿No tenias otro lugar en donde quedarte que no sea por aca?
