𝐌𝐀𝐈 ; 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐋𝐎 𝐒𝐀́𝐍𝐂𝐇𝐄𝐙 𝓪𝓹𝓪𝓬𝓱𝓮

𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄 | STAR

chapter seven

Y ahí se encontraba, Maite caminaba junto a Danilo en silencio, los dos iban a entrar al salón.

──Dale, pasá vo' primero.──dijo Danilo dándole el paso a la joven para entrar al salón.

──No, vos primero.──insistió Maite tratando de ser amable.

──Dale pelotuda, andá vos primero.──El castaño hizo un gesto para que la joven pasará.

──No, vos primero.──hablo ya un poco harta de la situación.

──Che, apartense, yo paso primero.──En medio de ambos paso Carlos empujando a ambos chicos.──Pedazo de pelotudos.──Dijo riendo para sentarse en su lugar.

──Dale, si insistis, los bonitos pasamos primero.──hablo Danilo para entrar antes que Maite con su mochila al hombro.

La rubia negó y entró después del chico, ambos se sentaron juntos cerca de la ventana, la sala era un desastre, los chicos gritaban y se subían a las mesas, algunos incluso llegaban a hacer hoyos en las paredes.

Danilo apenas había llegado y ya se encontraba con su cabeza en la mesa apuntó de dormir. Maite tomó su mochila para revisarla, quería disculparse con Danilo y que mejor si se disculpaba a través de la comida. Volviendo a dejar su mochila a un lado le dejó a Danilo en su mesa un par de galletas y un jugó.

El castaño levanto su cabeza para ver a la muchacha.

──¿Y esto?──Pregunto mirando las cosas.

──Bue, ¿las queres o no?──Dijo Maite en tono amable y junto a una sonrisa.

──Y, obvio que si.──Con rapidez tomó y guardo las galletas.──...¿Y pa' que es esto?, ¿me debes plata vos?──pregunto mirándola curioso.

──No, no, es...por lo que te dije, vos sabés.──Contesto con un poco de timidez la joven.

──Que me voy a acordar yo de lo que decís, pedazo de salame.──Dijo el chico levantando sus hombros para después dejarlos caer, nuevamente acostó su rostro en la mesa sin darle más importancia al tema.

Maite solo asintió lentamente para regresar su mirada al frente, la única persona tranquila de ese salón Carlos, tenía ganas de hablar con el pero la timidez le ganaba.

La mirada de la rubia recorría todo el salon, su mirada se encontró con la de un chico el cual la miraba fijamente, este era algo extraño para ella, la miraba con una sonrisa de lado, Maite con rapidez apartó su mirada, aquel joven no le había dado mucha confianza.

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El profesor hablaba, Maite trataba de anotar todo y prestar atención, sin embargo, se le hacía muy difícil y aburrido. La clase estaba apuntó de terminar, sus pies se movían por debajo de la mesa mostrando su ansiedad y ganas de que la clase ya acabará.

──Ya, salgan.──Dijo el mayor para oír como la campana se oía en todos lados.

Con rapidez Maite se levantó, sin embargo, Danilo fue más rápido, el chico tomó la mano de la contraria para volverá a sentar con brusquedad.

──Che, la china me dijo que no me alejará de vos, me va a pagar si le hago caso, ma' vale que te quedes a mi lado, rubia.──hablo aún con su cabeza recostada en la mesa mientras veía a la chica con una pequeña sonrisa.

──¿Que?, No jugues conmigo así.──Dijo la joven con algo de preocupación en su tono de voz.

──¿Vo' crees que yo quiero pasar todo el día contigo?, estas loca si pensás que si. Re molesta sos...──el castaño elevó un poco su tono de voz y levanto su cabeza de la mesa para ver mejor a la chica.

Maite se sentía cansada de aquellas palabras provenientes del uruguayo.

──Pará, ¿que te he hecho yo?, ni siquiera te he hablado tan mal o algo así, ¿por qué me tenés tanta mala?.──Pregunto frustrada.

──Sos re insoportable, pelotuda, ¿por qué será?──Contesto haciendo un movimiento con su cabeza y frunciendo el ceño.

Maite cruzó sus brazos al escucharlo, para ella el tenía razón, podía ser un poco molesta, pero no le gustaba que se lo dijeran a la cara.

──Che...¿yo te gusto acaso?, ¿por eso me molestas?──Pregunto la joven bromeando.

El uruguayo se sorprendió ante lo dicho por la rubia.

──¿Que decís?, no, ni en mil años vos me vas a gustar.──dijo negando

──Si, si, dale, decí lo que querás, vos y yo sabemos que estas re enganchado conmigo.──Siguió la joven con su tono de broma y una pequeña sonrisa, sin esperar que el hiciera lo mismo.

──Bue, ¿y que si me gustás?, no hay nada de malo.──Hablo Danilo ladeando su cabeza.

Ahora el jugaba con ella y sus pensamientos. Lo único que no podía captar Maite en el rostro del chico era si estaba bromeando con ella o no.

Perdón por la demora, aquí les traigo el capítulo siete, espero que les guste.

Muchas gracias a las personitas que han estado comentando y votando. los quiero un montón a todos 💕

Cuídense mucho y tengan un gran día/tarde/noche, besoss 💕

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