𝐌𝐀𝐈 ; 𝐃𝐀𝐍𝐈𝐋𝐎 𝐒𝐀́𝐍𝐂𝐇𝐄𝐙 𝓪𝓹𝓪𝓬𝓱𝓮

𝐍𝐔𝐄𝐕𝐄 | RINCÓN

¡chapter nine!

──¿Ita le preguntó a la Mai como le fue hoy en la escuela?──Pregunto Adela sentada en la mesa redonda frente a Maite quien comía tranquilamente.

──¿A quien?──Dijo la mujer mayor mirando a Adela con curiosidad.

──A la Mai.──Dijo la pelinegra sonriendo mientras llevaba algo de comida a su boca.

La mujer mayor miro a Adela aún con curiosidad para después poder emitir una palabra.

──¿Y esa quien poronga es?──Adela y Maite se miraron al escuchar aquello y después empezaron a reír, un desastre se armó, la comida de la boca de Adela fue expulsada rápidamente, mientras que Maite se ahogaba con un su propia saliva.

La mayor miraba a ambas, no sabía que se les había hecho tan gracioso a ambas.

──Ita...Ita, yo soy Maite.──Dijo la joven con una sonrisa para hacer una pequeña pausa para toser, aun se sentía ahogada.

La mujer alzó las cejas para después asentir rápidamente.

──Dale, dale, ya...──Contesto la mayor.

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Maite y Adela estaban fuera, ambas tomaban el aire fresco de la noche, Adela fumaba tranquilamente, era la noche de un viernes por lo que Maite no tenía esa preocupación de levantarse temprano.

──¿Vos sabes por que la Ita esta asi?──Pregunto la mayor dándole una calada a su cigarro y después botar el humo.

──No, ¿vos sabés?──Pregunto Mai, quería saber que había dejado a su abuela en ese estado, se preguntaba si sus sospechas eran ciertas.

──Tiene Alzheimer, vos sabés, de seguro te lo pasaron, sus medicamentos son muy caros lamentablemente, tu papá antes se los compraba seguido, luego le compró solo algunos días y después....bueno, ya sabés. Escucha Mai...la vida es re corta, la podés olvidar con facilidad, cada persona importante, cada cosa importante para vos, todo lo podés olvidar en un segundo cuando te hacés viejo, lo único que te puedo decir es que tenés que disfrutar, disfruta, estudia, ganá plata, encontra el amor, salí de acá, viaja, hacete millonaria y cumplí tus sueños...luego te vas a arrepentir toda tu vida si no lo hacés, pensaló.──La mayor se retiró rápidamente con una sonrisa para salir de la casa.

Maite veía como Adela se alejaba en la oscuridad de la noche, la mayor caminaba con lentitud y cubriéndose por el frío que hacía.

Adela para Maite era su ejemplo a seguir, alguien que no tenía mucho, sin embargo, siempre trataba de mantenerse optimista, Maite sentía que ella era como la madre que le hizo tanta falta en su crecimiento, claramente no era una madre como tal, pero tenía algo que para Maite la hacía sentir como una. Adela era su persona especial, alguien a quien amaba tanto tan sólo con conocerla un par de días.

Con rapidez Maite entró a casa y fue hacia su habitación, tenía tarea pero estaba segura de que no la haría por más que se lo propusiera, era más divertido para ella empezar a sobrepensar que hacer la tarea.

Con algo de cansancio se tiró en su cama y se quedó mirando el techo por un buen rato.

Los pensamientos empezaron a llegar solos, recordando a aquel chico que le había parecido realmente extraño aquel día, Hernán, quizás se equivocaba y no era una mala persona como ella creía, lo veía poco probable, pero deseaba que fuera así, otro chico apareció en su mente, Danilo, aquel chico ¿realmente se preocupaba por ella o solo lo hacía por dinero?, probablemente lo hacía por dinero, pero a Maite le gustaba pensar que quizás podía tener un nuevo amigo, aunque le pareciera un chico bastante molesto no podía negar que también sabia que era un buen tipo.

Al acordarse de que el chico había pedido comida como agradecimiento rápidamente se levantó y fue a la cocina de puntitas, su abuela estaba durmiendo pero el piso de madera era tan ruidoso como un taladro.

Con esmero abrió el cajón donde su abuela guardaba galletas y todo tipo de alimentos, de este sacó unas galletas saladas y otras dulces para después cerrar el cajón, al volver a su habitación arreglo su mochila y guardo las galletas en esta, no estaba segura de cual de las dos galletas le gustarían al chico por lo que le llevaría ambas, el día siguiente se acercaba por lo que rápidamente se acostó y tapó no sin antes apagar la luz.

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Maite apenas se había despertado cuando el reloj tocó las doce, su descanso fue interrumpido por Adela ya que si fuera por Maite ella podría dormir las veinticuatro horas del día.

──Nena, andá, desperta, es re tarde.──Dijo la mayor dándole palmadita suaves a la joven.

──Es re temprano.──Dijo Maite somnolienta y con una voz dormilona.

──No, es re tarde.──Continuó mencionando la mayor.

──Es re temprano.──Volvio a decir la joven sin abrir sus ojos.

──Bueno, es re temprano. Dale, levántate.──Dijo la mayor riendo y destapandola.──

Maite se quejó y trató de volver a taparse.

──No, señorita, vamos.──Adela como pudo tomó los pies de Maite y la saco de la cama.

──Sos mala.──Dijo la joven pasando una de sus manos por su rostro.

──Si dormís mucho no vas a disfrutar el día, ya, ve a lavarte.

──Y yo para que quiero disfrutar el día.──Dijo Maite de mal humor para ir al baño y lavarse el rostro.

Al recordar las galletas para Danilo rápidamente lavo su cara y regresó a su habitación.

──Che, china, voy a salir, no me esperen para comer o bueno, esperenme, no me demoró.──Maite se cambió de ropa lo más rápido que pudo y sin peinarse ni nada tomó su mochila y fue directo al refrigerador para sacar dos jugos.

──Eh, Pará, ¿donde vas con tanta prisa?──pregunto la mayor con una sonrisa.

──No te preocupes yo ya vengo.──Contesto la joven con una sonrisa para salir de la casa, no sabía a donde podría encontrarlo pero estaba segura de que no necesitaba ayuda.

Dale, otro cap más porque han esperado muchisimo, no consideró este capítulo muy importante pero si como una preparación para lo que se viene 💗

Cuídense mucho y tengan un gran día/tarde/noche, besoss 💕

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