Capitulo 2

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Cuando abro la puerta, me lo encuentro, parado, con una sonrisa, que raro, no esta borracho

-¿Qué quieres Haymitch?- le pregunto molesta

-Sigues teniendo tu mismo encanto, preciosa.-

-No, enserio, a que has venido, porque si has venido a molestar, será mejor que...-le digo subiendo el tono de voz

-He venido porque mañana viene Peeta-me interrumpe-asi que mañana a las 10 vamos a ir a buscarlo a la estación de tren. No llegues tarde. Le hará ilusión verte.-sonrie

Que bien, viene Peeta, le voy a ver, le podre abrazar, y... bueno no se si seguira sintiendo lo mismo, aunque lo importante esque le vere.

-Katniss, oye, estas aquí o en tu planeta-me pasa la mano por delante de la cara, como si estuviese empanada pensando algo, y la verdad es que si.

-¿Qué?-le digo exhausta.

-Nada, que mañana a las 10. Y haber si comes un poco.-me dijo mirándome de arriba abajo poniendo cara, como si fuese un monstruo.

-Adios Haymitch.-le dije y le cerre la puerta antes de que me contestara porque no le aguantaría mas.

Bien, y ahora ¿Qué? Vale, ordenare un poco la casa por si viene Peeta, preparare la ropa que me pondré mañana, porque va a ser un dia muy muy muy importante, como diría Effie, o por lo menos importante para mi.

Despues de ordenar media casa, elegí la ropa que me iba a poner, una camiseta naranja atardecer, como le gusta a él y unos vaqueros, y luego unas botas oscuras, que no se que color son; si azul muy oscuro o negro. Cuando termino, me voy a dar una ducha, porque esto de ordenar la casa... Me meto al baño, enciendo el agua hasta que se ponga tibia mientras me quito la ropa, luego me meto a la ducha, y me relajo, no me acordaba lo bien que se estaba aquí. Cuando termino, que habrá sido como media hora, salgo del baño con una toalla enroscada al pelo y otra al cuerpo, voy a mi habitación y me pongo el pijama. Despues bajo a la cocina y hago la cena, que la verdad con lo poco que se de cocina, la hice buena; alitas de pollo, con patatas fritas y el postre... bueno el postre solo lo tomaba en el Capitolio, antes de ir a los Juegos. Me puse a ver la tele en el salón, pero no había nada interesante asi que me subi al dormitorio y me intente dormir, pero ahora que he estado metida demasiado en que Peeta venia, no me acordaba de la noche, de las horribles pesadillas que tengo. Aun asi, sabiendo que las pesadillas vendrán me quedo profundamente dormida.

Estoy corriendo por las calles del Capitolio, sucede lo mismo, los heridos por los paracaídas explosivos, van los médicos, y ¡pum! Vuelven a estallar y ahí veo como mi hermana muere cada vez en mis sueños, pero esta vez puedo llegar hasta ella, aunque una parte de mi me dice que no vaya y es entonces cuando estallan los demás paracaídas de nuevo, todos gritan y solo se ve sangre y veo que entre los heridos (aparte de Prim) esta Finnick y... y... Peeta.

-¡NO!¡Peeta, no!-me despierto sudorosa, llorando y temblando, no paro, es entonces cuando voy al baño y me lavo la cara, tengo los ojos hinchados y la cara roja. Salgo y mio el reloj, las nueve menos veinte. Vale faltan 20 minutos para que llegue Sae, asi que me duche de nuevo y baje al salón. Me cogi el libro de plantas de mi familia, me recuerda a mi padre, a mi madre y a Prim. Como la hecho de menos, ojala estuviese aquí. Solo me queda el estúpido gato que viene de vez en cuando, no se como se las apaña con la comida y todo, pero viene hasta gordito y todo. El timbre de la puerta me sobresalta, y me hace salir de mis pensamientos. Voy a abrir y allí esta Sae sonriente como siempre. Ha venido con su nieta, que muchas mañanas la trae, nos llevamos muy bien.

-Hola Sae- le digo sonriente

-Hola querida, espero no haberte despertado-me dice riéndose

-Oh no tranquila hace un ratito que me e despertado. Pasa.

-Gracias, te hago el desayuno y me voy que mi nieta tiene una fiesta y es a las 9 y media, y la verdad esta un poco lejos.

-Vale no te preocupes, tampoco te demores, aunque no hace falta que vengas tantos días, querras estar tranquila.-le digo sentándome en una silla.

Despues de un rato charlando mientras desayuno, Sae se va y yo lavo los platos y sube a vestirme, cuando estoy son las diez menos cuarto. Dios! Es tarde, voy a llegar tarde. Corro lo mas que puedo hasta llegar a la estación. Veo a Haymitch y me acerco a el, apartando a la gente que hay.

-¡Haymitch- le digo por encima del escándalo de la estación.

-Hola preciosa, veo que no llegas tarde...-dice, y se rie a carcajadas. Le doy un codazo para que se calme pero hace que se ria mas, vale esto me esta empezando a molestar.

-Calmate ¿quieres? Me estas poniendo de los nervios.-le digo enfadada- ¿Qué hora es?

-las diez en punto-

Yo solo asiento y esperamos a que venga el tren que viene con mi chico del pan.

Todo puede cambiar | Katniss & PeetaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu