Todo puede cambiar | Katniss & Peeta

Capitulo 9

Cuando me despierto, estoy en mi cama, con una manta encima, miro hacia la puerta, y no hay ¿la han tirado abajo? Me levanto de la cama y voy al baño, tengo los ojos hinchados de tanto llorar, y la cara roja. Me lavo la cara, y salgo del dormitorio, cuando estoy apunto de pisar el primer escalon de las escaleras, oigo a alguien llorar.

-La he perdido Haymitch, la he perdido, la he perdido para siempre.-dice Peeta entre sollozos.

-Chico, se que Katniss es cabezota, pero ella te ama, y te necesita, asi que no la has perdido, solo necesita tiempo, asi son las mujeres, ya verás.-le dice Haymitch en tono comprensivo. Nunca le había visto hablar así. Entro otra vez al cuarto y voy al baño, me ducho, y me visto con la ropa de caza, bajo las escaleras, y hago como que no les he visto, cojo la chaqueta de mi padre y voy hacia La Pradera. Voy donde quedábamos Gale y yo antes. ¡Gale! No se si perdonarle, porque en verdad no hizo las bombas especialmente para matar a Prim. Se me llenan los ojos de lagrimas. El siempre a sido mi mejor amigo, aunque nos fuimos distanciando después de los juegos, siempre a sido mi amigo, hasta que las bombas explotaron. Aunque no se que amistad tendríamos, estando él en el 2 y yo aquí, en el 12. No pienso irme, siempre a sido mi hogar, a pesar de los malos recuerdos, siempre lo ha sido. Paso toda la mañana y casi toda la tarde cazando, pero tengo la cabeza en otro lado, asi que solo tengo lo que había en las trampas, y una ardilla herida. Vuelvo a casa, al final voy a perdonar a Gale, él no tuvo la culpa. Cuando llego, me quito la chaqueta de mi padre, y voy a la cocina, abro la nevera y cojo el zumo de naranja que queda, y un bollo de queso, están muy ricos, me voy al salón, y están Johanna, Annie y Peeta mirando la televisión. Yo me siento en un sillón, y miro la televisión. Noto como los tres me miran.

-¿Qué?-les pregunto mirándolos. Siguen estando en silencio, si esperan que les vaya a dar una explicación de donde he estado, la respuesta es no.-Si esperais que os diga que-

-Katniss, deja a Peeta explicarte todo.-me interrumpe Annie.

-No, no quiero ninguna explicación, yo lo he visto todo asi que

-Katniss no, no lo has-me interrumpe Peeta

-Si si que lo he visto, y como me sigáis agobiando me encierro en mi cuarto, ah no, que no puedo, ¿Quién a tirado la puerta? Porque es mi casa.-despues de un rato en silencio.-¿ha sido Haymitch verdad?

-Si, pero Katniss, espera.-me dice cuando ve que me levanto, llendo hacia la puerta. Salgo y voy a su casa.

-¡Haymitch!-toco la puerta como no abre, paso yo, siempre esta abierta.

-Aquí estas, preciosa.

-Haymitch, ¿Por qué has tirado la puerta de mi cuarto?-

-No te oíamos y creíamos que te habías desmayado o algo asi, pero estabas dormida.-bufo.-Tranquila ¿vale? Mañana irán a arreglarte la puerta.

-Vale, adiós.-me voy y cierro la puerta, voy a mi casa, esta anocheciendo, y no he comido nada, me comeré los bollos que quedan. Cuando abro la nevera NO HAY BOLLOS.

-¡¿Quién se ha comido los bollos que quedaban?!

-Descerebrada, me los he comido yo, pero no te vas a morir por unos bollos ¿o si?

-Bueno era la única comida que tenia.

-Peeta esta haciendo un estofado de cordero con ciruelas secas.

-Ah vale.-salgo de la cocina y voy a ducharme, cojo la ropa y la pongo en el baño, cuando termino me la pongo allí y bajo, la comida esta lista, y Peeta esta sirviendo la comida. Hay 5 platos. Pero solo somos 4. Tocan la puerta. Annie va a abrir, y viene Haymitch, ¿Quién le ha invitado? Me siento en un sitio, y Johanna se sienta a mi derecha, Annie a la derecha de Johanna, Haymitch enfrente mio y Peeta a mi izquierda. Empezamos a comer, como a mi me gusta tanto este estofado, me lo termino antes que nadie, voy a dejar el plato en el fregadero, me da igual los modales, pero hoy estoy enfadada con todos. Si estuviera Effie... Estaria muy enfadada.

-Buenas noches.-les digo, subo las escaleras y entro a mi cuarto, genial ahora no tengo puerta, me tumbo en la cama, y me duermo.

--¡Prim!¡Corre!No te quedes hay, vete.-le grito, pero no puede oírme, no paran de explotar los paracaídas-¡Prim!-explotan todos los demás y ella se convierte en una antorcha humana.-¡No!¡Prim!-Ella esta muerta, esta muerta, y no volverá nunca, oigo gritos, de ella, de mi padre y de Peeta. Ellos tres muriendo.

-¡Prim!¡Peeta!-me despierto gritando, sudando y revolviéndome en la cama oigo pasos y alguien entra en mi cuarto, pero no lo veo, porque mis ojos están llenos de lagrimas. Empiezo a llorar y alguien me abraza.

-Tranquila, estas bien, tranquila.-la voz de Peeta me calma, y aun mas con su abrazo.

-Te estabas muriendo.-le digo entre sollozos.

-Estoy bien, estoy bien. No pasa nada.-me da un beso en la cabeza. Yo me calmo, le abrazo tan fuerte, como si me lo fuesen a quitar. Estamos un rato asi hasta que el se levanta y se va hacia la puerta.

-Buenas noches.-me dice.

-Peeta.-le susurro, el se gira y me mira.-Quedate conmigo.-el se tumba conmigo y yo me pongo encima de su pecho escuchando su corazón.

-Siempre.