「𝐃𝐄́𝐉𝐀𝐌𝐄 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐓𝐄」

𝐈𝐈- 𝗔𝗟𝗧𝗘𝗥𝗘𝗚𝗢𓍢ִ໋🍓͙֒ ᰔᩚ

Esa noche como todas las demás la pasan en el techo del barco disfrutando de ver la luz de la luna, y nadie se atreverá a molestarlos en ese lugar todos saben que Sanji protege con mucho cuidado al chico que siempre se encuentra perdido en su mundo admirando todo lo que hace el rubio.

Pero solo uno de ellos ve eso, Sanji es un alfa de categoría Alfa Sigma, lo que indica que es un alfa de temer debido a su estatus en fuerza ninguno de los otros alfas normales que están allí podrían hacerle frente, sus ciclos de calor son inusuales y controlados con pastillas en todo momento, siempre controlando su instinto animal.

Por ende puede sentir mucho mas profundo esa conexión, siendo un alfa puede sentir lo que el otro siente, acurrucando lo poco que puede cuidar del chico, llenando su cuerpo de sus intoxicantes fermonas de vainilla y caramelo, un olor único y dulce muy poco común en los alfas normales pero los Sigma son conocidos por sus exuberantes aromas dulces y cálidos.

–¿Tienes sueño?- Cuestiona palpando la cabeza del menor fingiendo no ver que bosteza.

–Algo- Entre corta sus palabras aspirando aún el dulce olor.

Sin saber que ese olor que siente es protector pero debido a que creció siempre a lado de Sanji no se le hizo incómodo tener su suave olor pegado a él 24/7 creyendo que es algo muy normal cuándo no es así porque el olor a caramelo puede ser asfixiante a alfas que no están acostumbrados a ese tipo de olores, es territorial sin que lo sepa.

–Deberíamos ir a dormir, mañana habrá mucho trabajo- Da un suave empujón al otro analizando su rostro.

–Esta bien...- Suspira despejando su mente luego de estar pensando en cosas que nada que ver.

En realidad estaba pensando en el olor que tiene el rubio debido a que a leído en muchos libros que loa aromas de los alfas son fuertes y dominantes mientras que el olor que puede percibir es agradable, suave, dulce y perfecto por no ser tan empalagoso o amargo como pueden ser algunos otros olores, como lo es el café, la menta, la madera, la tierra mojada, los cítricos, el aloe y el eucalipto qur son aromas demasiado fuertes.

Claramente no le preguntaría el porque a Sanji por vergüenza debido a que casi siempre quiere tener el olor a caramelo y vainilla a su alrededor, su habitación esta impregnada de ese olor al igual que su ropa por tanto tiempo que pasa con el alfa dejando ver que no hay una sola prenda o un solo espacio en que el olor del alfa no haya llegado, siempre con ese dulzor equilibrado.

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A la mañana siguiente despierta en su cuarto con el cabello hecho un desastre, las mejillas hinchadas por haber comido un pastelillo antes de dormir, sus sabanas huelen a vainilla dulce por lo que solo quiere dormir mas tiempo en ese lugar, impregnando el olor ahora en cada centímetro de piel que tiene libre.

Sabe no puede seguir durmiendo cuando las voces se escuchan, el trabajo a comenzado par ellos por lo que se levanta perezosos para darse un ducha con agua tibia y cepillar sus dientes como es debido, es la misma rutina de todos los días y ya es hasta conocida por lo que cuándo el agua roza su piel siente un puño de emociones despertando del todo en ese momento.

Cuando termina se vista adecuadamente para el trabajo sintiendo un pesado ambiente ese día sin saber cuál es el motivo por el que aquel olor a vainilla llego ligeramente picante lo cuál no es común, ya que Sanji controla su enojo para no soltar esas fermonas tan fuertes que incluso pueden desmayar a un joven alfa sin experiencia.

–¿Listo?- Da un ligero salto al oír eso dejando de lado el olor a picante.

–Si, ¿Estás bien?- Realza la pregunta sin querer haciendo constar su preocupación.