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Narra Paige

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Me desperté como de costumbre, me bañé y me puse mi ropa, hoy era extraño ya que normalmente me despierto por los gritos de los chicos.

Bajo a la cocina y no veo a nadie, solo un papel en la mesa, lo agarro y lo leo.

Hola chicos, nos fuimos a comprar  cositas, volvemos más tarde pero no se preocupen kuku les hizo el desayuno, casi me lo como todo pero les guarde un poco, está en el microondas, cuídense chaoo.

( Paige, Juani dice que no hagas nada raro, pero yo digo que no le hagas caso)

( Pipe, Juani dice que vayas cavando tu propia tumba si te pasas de atrevido)

Atte: Matias.

Solté una pequeña risa para luego calentar mi comida, me senté en el sillón y me puse a ver gambito de dama, como amo esa miniserie, lo veo una y otra vez, nunca me aburre.

Cuando estaba apunto de terminar de comer, escucho que alguien baja de las escaleras, volteo y es Pipe.

- Buenos días- le sonrió y el me devuelve el mismo acto.

- Buenos días, ¿Dónde están los demás?- preguntó mientras se acercaba al sillón con una sonrisa.

- Se fueron- le entregué la carta que escribió Matías y lo empezó a leer - No sé a dónde pero se fueron-

- Con razón no había nadie tocando mi puerta- soltó una carcajada para luego pasar una mano por su pelo, se ve tan atractivo y sin darme cuenta me quedé observándolo mucho tiempo.

- Tu comida está en el microondas- dije con una sonrisa tratando de ocultar mi sonrojo.

-Gracias Paige- me guiñó el ojo mientras se iba a calentar su comida, me muero.

Pipe calentó su comida y volvió al sillón, sentándose a mi lado.

-¿Qué estabas viendo?- preguntó señalando la pantalla en la cual se reproducía Gambito de Dama.

- Es una de mis series favoritas, se trata de ajedrez, es muy buena- respondí con una sonrisa.

- ¡Ah! Ya se de cuál me hablas, ya la he visto, es genial- respondió de la misma forma.

Nos quedamos viendo la serie un rato, hasta que a Pipe se le ocurrió una idea.

- ¿Querés jugar una partida de ajedrez?- me preguntó.

- ¿Tenés el tablero?- fruncí el ceño cuando vi que se levantó del sillón y rápidamente se fue a una mesita de noche, donde estaba un tablero de ajedrez.

- Jugaba ajedrez con los primos de Blas cuando me invitaba- puso el tablero en la mesa y me invitó a jugar - Soy muy bueno en esto eh, no te sorprendas si pierdes-

- Te vas a arrepentir de querer jugar conmigo- le respondí con una sonrisa burlona.

- Comenzamos- movió su peón dos casillas, lo normal, yo copié su acción - Que copiona eh- se burló y yo solo solté una risa.

Seguimos jugando hasta que vi que la partida venía igualada, nadie sabía que iba a pasar, o eso era lo que creía Pipe porque esta partida es mía.

- Dale Feli, ya no tenes opción- dije desesperadamente, él no quería aceptar que ya perdió - Abandona la partida-

- Siempre hay una opción- que positivo que es, pero para este caso ya no hay opciones.

- No quería llegar a este punto Pipe, pero estamos más de cinco minutos acá porque no querés perder- moví una pieza haciendo que sea jaque mate - Te dije que iba a ganar- le dediqué una sonrisa triunfante.

Feelings | Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora