25

912 109 7
                                    

Narra Felipe

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Había pasado dos semanas y media desde esa conversación con Kuku. Todos los días le digo a Paige que hable con su hermano pero ella tiene miedo.

Pero poco a poco la voy convenciendo.

Dos semanas...

Dos semanas conviviendo con Joseph, esto es un infierno.

Por cada mínima cosa que haga está queriendo pelear ¿Éste no se cansa?

- Yo estaba viendo eso- digo enojado al ver que cambiaron de canal.

- Estabas- respondio Joseph.

Realmente con personas como él no hay que seguir el juego. Si se trata de hablar, lo único que ocurrirá es una pelea que no podrán parar.

Rodé los ojos y me levanté del sillón para irme a la habitación de Paige.

Últimamente estoy pasando todo el tiempo con ella.

Me hace bien estar a su lado...

Toco la puerta de su cuarto y enseguida me abre. La veo sonriente y radiante, sus ojos azules brillaban y su hermoso cabello castaño cae como cascadas sobre sus hombros.

Tan linda como siempre...

- Hola- susurro-

- Pasa- me dice mientras abre más la puerta.

Me siento en su cama y ella copia mi acción, agarro sus finas manos y la miro directamente a los ojos.

- ¿Ya lo pensaste?-

- Sí, le diré hoy-

Suspiro con alivio y se me forma una sonrisa en la cara.

- ¿Vos decía que me va a creer?- me preguntó con un tono triste.

- Paige, ¿Escuchas lo que dices? Obviamente te va a creer, es tu hermano y ni bien se entere sacará a Joseph a patadas-

- ¿A qué hora se lo digo?- me volvió a preguntar.

- No sé, nena. A la hora que vos pienses que será correcto-

- Le quiero decir después de almorzar-

- Después de almorzar será- culminé

Vi como me sonrió tiernamente, se acercó a mí y me dio un ligero beso en la mejilla - Gracias- dijo levemente sonrojada y se mordió inconsciente el labio inferior.

No me pude resistir más y acerqué mi rostro al suyo haciendo que nuestros labios se unan.

Sus manos se posicionaron en mi nuca, jugando con mi cabello mientras una de mis manos bajó a su cintura y la otra a su muslo.

Hice que Paige se sentara a horcajadas de mí, para tener mayor comodidad al besar.

Nos separamos unos segundos por falta de aire pero volvimos a juntar nuestros labios, como si de un imán se tratara.

Pero de pronto la puerta se abrió rápidamente y ambos volteamos asustados - Estoy cansado de entrar a cualquier sitio y encontrarlos así- explicó rápidamente Matías.

- Yo estoy cansado de que siempre nos interrumpas- dije mientras sentía como Paige salía de mi encima.

- Qué- dijo indignado y ponía una mano sobre su pecho - Para tu información- resaltó cada palabra - Mi buena mejor amiga Paige me invitó a pasar la tarde juntos-

Feelings | Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora