Capítulo XIII

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Max se despertó temprano y se encontró con un fuerte y completamente excitado cuerpo a su lado.

-Ummm-Murmuró mientras unos labios le rozaban una sensible zona del cuello-Es un modo muy agradable de despertarse.

Se dio la vuelta y agarro el miembro de Sergio con la mano oyendo cómo se quedaba sin aliento. Sonrió.
-Sólo una cosa-Empezó a decir cuando Sergio le acaricó un pezón.
-¿Qué?
"Oh, no...ahora no por favor"

-Náuseas matutinas-Dijo mientras salía corriendo al baño y cerrando tras de sí.
Apenas oyó que intentaban abrir la puerta, luego llamaron, pero lo ignoró.

-Estoy bien.
No funciono, volvió a llamar.
-Abre la puerta.
-Salgo en un minuto.
No era exactamente la mejor forma de empezar el día y, desde luego, no el preludio de juegos amorosos. Sonrió mientras se lavaba la cara.
Salió del cuarto de baño y una poderosa mano le agarro el hombre, mientras la otra le alzaba la barbilla.

-¿Estás bien?
Lo siguiente que haría sería llamar a un médico. Puso los ojos en blanco, pero no dijo nada.
-¿Qué?
-Las náuseas matutinas son algo frecuente durante las primeras semanas-Dijo Max con una sonrisa-Y no solo por la mañana-Se encogio de hombros-Tienden a desaparecer en el segundo trimestre.

-¿No se puede hacer nada?
-Un té y una galleta nadamas levantarme, solían evitarlas.
-Lo pedire al servicio de habitaciuones.
-Pide el desayuno-Dijo Max-Yo haré el té.
Estaba desconcertado y a Max le costo disimular una sonrisa.

Sergio Pérez, presidente de una corporación, multimillonario... y estab desconcertado por el embarazo de su esposo.

-Tengo la sensación de que tengo mucho que aprender.
-Lo haras bien-Dijo Max entre risas.
-Desde ahora sientate y yo haré el té.
Se ducharon, desayunaron, salieron del hotel y se reunieron con Oscar quien los llevó al apartamento de Max, donde Emilia recibió efusiva a su padre.

-¡Papiii! ¿Has venido de visita?
-Una muy larga-Dijo alzandola en brazos.
-Te quiero, papi.
-Como yo a ti, pequeña ¿Qué te parecería que me quedara a vivir con mamá y contigo?
-¿Aquí, en Perth? ¿Todo el tiempo?

-Todo el tiempo-Repitió suavemente-Tendré que ir de vez en cuando a Madrid, pero no estaré lejos mucho tiempo y, algunas veces, mamá y tu pueden venir conmigo.
-Me encantaría-Le dio un beso en la mejilla-Te he extrañado mucho.
-Yo tambien te he extrañado.

Emilia fue a al escuela mientras sus padres iban a ver las casas.
Max votó por la de Peppermint Grove. Era perfecta en todos los sentidos: un gran terreno, habitaciones espaciosas y una gloriosa escalera en curva que iba desde el vestíbulo al piso superior.

Solo tuvo que decir "Me encanta" y Sergio cerró el trato.
Después tuvieron que confirmar ante el juzgado la cancelación de los trámites de divorcio.

Las siguientes semanas fueron frenéticas: elegir muebles y demás decoración y organizar la mudanza de casa.
Max no quizo dejar sin ayuda a Mick  y trabajo unas pocas tardes hasta que encontr un suplente.

Emilia estaba feliz con su habitación nueva y con la casa de muñecas que Sergio había instalado en el jardín.
Pero de lejos lo que más feliz la hizo fuer el saber que iba a tener un hermanito o hermanita.

Sergio se ocupaba en poner en marcha la oficina de Perth y Max decidió alquilar su departamento a la hija de Corinna, que había vuelto de Tasmania.

Todo parecía ir sobre ruedas, sobre todo debido a la influencia de Sergio. Incluyendo la renovación de los votos en una ceremonia en el jardín.

Antonio y su esposa asistirían a la ceremonia mientras María había declinado la invitación amparándose en el luto por Ramón.

El día amaneció con un pálido sol y cúmulos aislados. Desde por la mañana empezaron a preparar la fiesta que tendría lugar al final de la tarde. Sólo habían decidido convocar a unos pocos invitados.

Era lo contrarió al circo médiatico en que se había convertido su primera boda. Max llavaría un sencillo traje color marfil. Y Emilia llevaba un pequeño vestido del mismo color.

Mick y Antonio hicieron de testigos en la ceremonia. Había pocos invitados, con lo que fue una celebración íntima con buen champán y deliciosa comida.

Emilia estab en su elemento, disfrutando de cada minuto y no protestó cuando Oscar la llevo a dormir con Corinna en la casa de esta.
La empresa contratada recogio todo, los invitados se despidieron y Antonio y su esposa se fueron a un hotel en la ciudad.
Sergio cerró la puerta con llave, después tomó a Max en brazo y lo beso suavemente.

-¿Te he dicho que estas precioso?
-¿Debería comentar lo guapo que estas?-Preguntó Max con una sonrisa.
-Descarado, ven a bailar conmigo.
-Eso puede traernos problemas.
-De la clase más deliciosa-Reconoció Sergio- ¿Pero que es una boda sin un vals?

Activo un mando a distancia y empezó a sonar una suave música.
Juntos, apenas se movieron, sólo se abrazaron y balancearon ligeramente.

-Te amo-Dijo Max con un suave murmullo-Tanto-Le paso los dedos por el pelo-Siempre ha sido así y siempre será.
-Gracias-Sergio le dio un beso en la palma de la mano.
-Vamos arriba.
-¿Es una invitación?-Preguntó Sergio.
-¿La necesitas?

Le pasó una mano por detras de las rodillas y lo levantó del suelo, luego empezó a subir por la escalera.

Llegaron al dormitorio y él lo dejo en el suelo suavemente, entonces empezaron a quitarse la ropa el uno al otro... despacio, con infinito cuidado.

Su amor sería eterno, infinito y muy especial. No había ninguna necesidad de correr. Tenían todas las noches del resto de sus vida.

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Termino, manas, y como siempre va a ser conmigo, hasta que decida lo contrario un final suavecito y meloso como amo.

NO mamen al chile ya no siento las muñecas, me chingue los 6 capitulos que faltaban de putazo, por que era como un reto personal, comooooo siempre la más atascada pero la más feli,

¿Les gusto?
¿NO les gusto?
¿Quieren extra?
Yo digo que sí.

Les mando un bessooooooooo.

Haaaa esto fue, por que de verdad me encuentro feli, y cuando hay felicidad esta se tiene que compartir, espero que les haya gustado y nos vemos el 11 precioses.

En la cama de su maridoWhere stories live. Discover now