El alfa que me amo (Larry)

Capitulo nueve

O tal vez no.

Justo cuando Harry empezaba a trazar la mejor trayectoria hasta los labios de Louis, oyó un sonido del todo espantoso: la voz de su mejor amigo.

— ¡Harry! — gritó Niall —. Ahí estás.

El joven Tomlinson, muy tranquilo, sin darse cuenta de lo cerca que había estado de ser besado hasta perder el sentido, se volvió para observar a Niall que se acercaba hacia ellos.

—Un día de estos —masculló Harry— tendré que matarle.

Louis se volvió otra vez al vizconde.

— ¿Ha dicho algo, milord?

Harry no le hizo caso. Sin duda era la mejor opción, ya que hacerle caso tendía a provocarle un deseo desesperado por él. Y, como bien sabía, aquello era un rápido camino hacia el desastre más absoluto.

Para ser sinceros, quizá debería estarle agradecido a Niall por su inoportuna interrupción. Unos pocos segundos más y habría besado a Louis Tomlinson, y eso habría sido el mayor error de su vida.

Un beso con Louis tal vez fuera excusable, sobre todo si se tenía en cuenta la manera en que él le había provocado la otra noche en su estudio. Pero dos... bien, dos, para cualquier alfa honorable, significaría dejar de cortejar a Zayn Tomlinson.

Y Harry aún no estaba del todo preparado para renunciar al concepto del honor.

No podía creer lo cerca que había estado de echar por la borda su plan de casarse con Zayn. ¿En qué estaba pensando? Era el novio perfecto para sus propósitos. Lo único que sucedía era que su cerebro se confundía cada vez que aparecía el entrometido de su hermano.

—Harry —repitió Niall cuando estuvo más cerca—, ¡y el joven Tomlinson! —Les miró con curiosidad; estaba al corriente de que no se llevaban bien—. Qué sorpresa.

—Estaba recorriendo los jardines de su madre —dijo Louis— y me topé con su amigo.

Harry se limitó a hacer un gesto de asentimiento.

—Gamma y Jacob han llegado —dijo Niall. Harry se volvió hacia Louis y le explicó

—La hermana de Harry y su cuñado.

— ¿El duque? —inquirió el omega con cortesía.

—En persona —refunfuñó él.

Niall se rió del despecho de Harry.

—Era contrario a ese matrimonio —le explicó a Louis—. Detesta que sean felices.

—Oh, por el amor de... —dijo el vizconde con brusquedad— Estoy muy contento de que mi hermana sea feliz —añadió entre dientes, no sonaba especialmente feliz—. Simplemente creo que tendría que haber tenido más oportunidades de molerle a palos a ese hij... sinvergüenza antes de que se embarcaran en su «vivieron felices y comieron perdices».

Louis se atragantó de la risa.

—Ya veo —dijo el omega, seguro de que no había logrado poner la expresión seria que pretendía.

Niall le lanzó una mueca antes de volverse al rizado.

—Gamma ha sugerido una partida de palamallo. ¿Qué te parece? Hace siglos que no jugamos. Y, si empezamos pronto, podremos escapar de los omegas melindrosos que tu madre ha invitado para ti, y que inevitablemente irán tras de mí. —Se volvió de nuevo a Louis con el tipo de sonrisa que podía conseguir que le perdonaran cualquier cosa—. Excluido la compañía presente, por supuesto.

—Por supuesto —murmuró el omega.

Niall se inclinó hacia delante, sus ojos centelleaban de malicia.