I. Ideas dispersas y cicatrices

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Que curioso era respirar aire fresco, a Donghyuck siempre le gusto sentir el aire golpear en sus mejillas, ahora con 22 años y completamente libre de sus padres, podría decir que al final respiraba aire fresco, no es que quisiera ser grosero o tachar a sus padres de monstruos, pero después de que sus peleas le llevarán a sufrir una intoxicación se volvieron exageradamente protectores, encerrandolo en una burbuja que le causaba claustrofobia.
Sus 12 años marcaron un antes y un después en su vida, pero lo único que importa es que si no hubiera sido por toda esa situación, nunca hubiera conocido al loco de Jaemin y a su nene Lele, sin ellos definitivamente se hubiera aventado del balcón de ese maldito internado en Londres, ellos fueron su verdadera salvación; le hicieron sentir lo que era un verdadero abrazo cálido, lo que era ser escuchado sin recibir malas miradas y sobre todo hubiera sido mas dificil si hubiera sido el unico doncel en ese internado.  

-Hyuck!!! KIM DONGHYUCK!! HAECHAN TE ESTOY HABLANDO!!

Jaemin le estaba gritando prácticamente en la cara, si no lo quisiera tanto ya le habria clavado la navaja que carga en su bolsillo izquierdo en el ojo.

-Quieres por favor dejar de invadir mi espacio personal y de gritarme por favor!

-Uff al fin reaccionas, te hemos estado hablando desde hace cinco minutos y no contestabas, te quedaste absorto en tus pensamientos de nuevo - Frunció el ceño mientras hacía un puchero

-Hyung mejor hay que irnos, se está haciendo tarde y quiero llegar lo más pronto a casa que se pueda - Proncuncia Lele con un brillo especial en los ojos.

-Querido, tú lo que quieres no es regresar a tu casona, es ver a cierta persona de tu equipo de sirvientes -Ríe Jaemin mientras me codea, yo solo ruedo los ojos y paso mi brazo por los hombros de Lele antes de que quiera saltar encima de él.

-Jisung Hyung no es ningún sirviente, es mi… mi equipo de seguridad- musita un poco nervioso mientras cruza sus bracitos haciendo berrinche de nuevo, que tierno es!! 

-Jaemin deja a Chenle en paz, sabes que el tema de Jisung lo pone un poquito nervioso

-Haechan Hyung! no me pone nervioso hablar de Jisung Hyung- patalea un poco en la entrada del que fue nuestro internado.

-Claro, como digas - vuelve a mencionar Jaemin mientras se gira y comienza a caminar hacia la salida del que fue nuestra cárcel por estos cuatro años, podemos ver demasiados autos último modelo, algunas limo, camionetas, Jeeps, choferes bajando de todos estos, pero es uno el que llama la atención de Lele y por lo tanto Jaemin y yo nos volteamos a ver mientras suspiramos y caminamos detrás de aquel chico que salio corriendo en cuando vio a su guardaespaldas/chofer.

Cuando nos acercamos Lele voltea y nos dice que subamos con él a su “carrito” un Shelby cobra GT500, mis padres son ricos, pero los de Lele son, por mucho unos derrochadores y mas si se trata de su bebe Chenle; nosotros ni lentos ni perezoso nos subimos en la parte trasera haciendo que Lele se subiera de copiloto… umm con que ese era su plan de llevarnos a donde quisiéramos luego de salir de Sir ELTON COLLEGE, Jaemin tiene la misma mirada que yo, Lele no podría ser más obvio, pero claro la cara de seriedad absoluta no se va de Jisung Park nuestro guardián asignado por el momento, admito que es guapísimo y Nana parece opinar lo mismo, pero demasiado estirado y parece que trago algo agrio yo que se, no pense ver esa cara en la persona que tiene suspirando a mi pequeño Lele desde hace mucho tiempo, Lele por lo menos parece feliz y le hace preguntas a Park mientras este le contesta poco casi nada con la voz gruesa pero cálido?, del porque vino hasta Londres por el y esas cosas.

Durante el viaje de vuelta, me vuelvo a perder en mis pensamientos y ya estamos por subirnos a un avión con destino a Seúl un vuelo bastante largo, pero dormí la mayor parte del tiempo así que no se cuantas horas hemos estado en el avión, solo se que me duele horrible el cuello y que a mi lado Jaemin está por tomar su cuarenta gésimo vaso de ice coffe americano, no comprendo cómo sigue viviendo con tanto café en su organismo, pero por lo menos ya no es tan dependiente al cigarro, luego de contarle mi brevísima historia de intoxicacion, me prometió dejarlo, él había probado marihuana a los 15, pero nunca fue muy fan de ella, era mas de fumar los cigarros normales o vapeador electronico, procuraba no fumar enfrente de mi porque siempre le hice gestos cuando lo hacía, el me decia que no fuera tan “Nenita”, luego comprendió mi repudio a ello y nos hicimos más cercanos, aunque nuestra relación es de amor odio, podemos estar peleando por lo que sea, pero siempre nos acompañaremos.

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