ARRANCAME

VI. GARAJE

Han pasado dos semanas casi tres de aquella carrera, dos semanas llenas de muchas emociones, enojo, tristeza, confusión, uno que otro descubrimiento, sueños que no dejan dormir.

Aunque no son tan malos como las pesadillas del pasado…
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Kim Donghyuck por su parte ya tenía muy claro dos cosas:

1-. No puede seguir abusando de la hospitalidad de Jaemin o de Chenle, tenía que mudarse y enfrentar muchas cosas.
2-.   Trabajar con un psiquiatra y un psicólogo en conjunto había sido bueno para mejorar su calidad de vida, pero horrible para su estado emocional… aún así todo fue revelador.

No puede decir que entiende todo al pie de la letra o que se siente cómodo con lo que ha descubierto, menos aún saber que su camino con ellos no será corto, y menos luego de entender que la ansiedad y el trastorno dismórfico venían de casa, algo que ya había pensado, pero no quería admitir.

La depresión ya fue un rasgo que se activó con la sobredosis y otras cosas, por el momento las 2 sesiones semanales que está teniendo con cada uno de los especialistas van bien y ambos estuvieron de acuerdo en no administrar mayor medicamento que algunas hierbas medicinales para relajarse o velas de lavanda.

Debido a su antecedente no quieren provocar dependencia o alguno de los efectos secundarios que ha tenido antes.

Le sorprende que al intentar hablarlo con sus padres estos le pusieran esquivas y lo trataran de mal agradecido, pero agradece haber ido con Jaemin en esa ocasión, de otra forma no hubiera podido salir de pie, y eso sucedió antier.

Ya es Jueves y está más que decidido a presentarse al lugar que se supone debió de estar administrando… a su nuevo hogar el garaje que sus abuelos le regalaron… tiene mucho miedo, está aterrado, pero también le emociona.

Además que consultó esta decisión con ambos especialistas y estos lo apoyaron con ella, diciendo que lo que él necesita es hacer algo que disfrute y que mejor si le genera un ingreso económico, “sentirse útil”. 

También le informaron que la depresión no se muestra persistente sino reactiva, por lo que esta no es tan agresiva como una crónica y puede ir bajando aún más su intensidad con el tiempo.

Él lo ha comprobado, a los 14 años sentía que no le quedaban opciones, sus padres dirigían su vida  siempre, él odiaba esa vida, no quería estar encerrado o que lo casaron con un multimillonario nada más por el ser un “doncel” o con la hija de algún magnate.

Pero también estaba cansado para pelear, y los medicamentos que tuvo en ese tiempo solo le provocaba sueño, en el peor de los casos náuseas, al eliminarlos no la paso mejor, aún tiene secuelas de ello con el insomnio

Llegar a SIR ELTON, en un inicio fue como entrar a otra cárcel, pero con Jaemin y Chenle, su depresión se fue atenuando, no desapareció, pero sí se volvió más llevadero, todo lo que ya no tenía luz volvió a cobrar brillo. 

Sus padres nunca fueron a verlo, pero sus abuelos sí fueron un par de veces, en una de estas ocasiones su abuelo lo subió junto con Jaemin a su carro, este era un auto viejo, pero les dijo que nunca subestimaran un buen motor.

En aquel entonces tenian 17 años, era navidad y ambos eran de los pocos chicos que no habían salido para ir con sus familias, así que su abuelo negoció algo con los directivos para sacarlos por un rato.

No recuerda todo lo que pasó antes ni después, solo que se sintió tan vivo cuando su querido abuelo los llevó a un hipódromo cerrado, Nana se veía muy emocionado desde el principio, le había dicho muy bajito que él ya había conducido antes y que había sido fabuloso.