El Imperio de Apolo - Hyunlix.

Capítulo XI.

En el capítulo anterior.

Podría haber golpeado la puerta y generar toda una conversación que apuntara a la comprensión de la situación pero por alguna razón sentía que aquello solo incomodaría a Felix, el guardaría ese secreto solo para él. El hecho de que Lee Felix lloro la primera vez que asesino a alguien.

Luego de escucharlo llorar un rato decidió que era suficiente de sufrimiento, Felix debía descansar y también comer, se puso de pie con sigilo y volvió hasta la puerta para cerrarla con fuerza y dar aviso que había vuelto. Entonces se acercó al baño nuevamente y golpeo la puerta.

— ¿Estas visible? — escucho los pasos del pecoso dentro del baño mientras Felix lavaba rápidamente su rostro para alejar el rastro de lágrimas.

— ¿Qué pasa? —pregunto el menor luego de aclarar la voz y componerse luego del breve colapso que tuvo.

— ¿Qué vas a desear para cenar? —finalmente dijo cuándo Felix abrió la puerta viéndose tan entero como siempre.

—Lo más grasoso que encuentres y una coca cola — el azabache sonrió ante lo infantil del pedido pero probablemente toda la acción de esa noche y el breve colapso le habían causado un agujero en el estómago — ¿Tienes shampoo con olor a fruta? —pregunto intentando molestar a Hyunjin, a toda costa quería disipar cualquier indicio de haber estado sufrimiento ¿Y qué mejor que molestar a Hyunjin?

—No. Solo cosas de hombre —se encogió de hombros — ¿Crees que puedas con eso, jefe?

—Muy chistoso, imbécil. —dijo rodando los ojos.

—Y tú tan adorable como siempre, jefe —sonrió cínico —Ahora límpiate la sangre y luego mete la ropa al tarro detrás de la puerta, tendremos que quemarla.

—Pero es de mis prendas favoritas. —hizo un disimulado puchero que Hyunjin califico como adorable.

—Debiste pensarlo antes de creerte Jack el destripador con tu ropa favorita puesta. —le sonrió burlonamente mientras Felix le levantaba el dedo de en medio sonriendo de igual manera.