Fue una total mierda para Jungwon, que su jefe, fuera su ex novio de la universidad, del cual, los únicos recuerdos eran malos.
● Historia de mi autoria, no se permiten copias o adaptaciones
● m-preg
● Jaywon
● No se busca asumir o plantear nada co...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El invierno había atravesado la puerta para permanecer durante mucho tiempo ahí, la nieve blanca estaba por todos lados cubriendo cada rincón de la ciudad. Una cansada Wonyoung suspiraba por milésima vez en el día mientras trataba de no golpear a su tonto jefe.
Las vacaciones de invierno llegaron para toda la empresa, menos para la castaña, que a pesar de no estar en su oficina como de costumbre, tenía que soportar horas dentro de la casa de Park Jay.
La razón, el castaño no sabía como pedirle al menor que salieran oficialmente... de nuevo.
— Cuéntame como comenzaron a salir — Una cansada castaña dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá, Jay tendría que pagarle esas horas extra.
— Fue algo... no sabría como decirlo, solo estábamos él y yo en el parque y de la nada llegó una señora ofreciendo su último ramo de flores que tenia.. lo compre para él y le pedí que fuera mi novio — Jay suspiró recordando aquella tarde — Fue algo impulsivo, pero me dijo que si.
— ¿y ya? — la más bajita dejo salir un suspiro de total rendición — ¿Esa es tu gran historia de amor?.
— Sí, supongo — Park subió el pantalón de su pijama que llevaba desde el día anterior antes de dejarse caer sobre el sofá, sobresaltando a la menor.
— Bien, aprovechemos la nieve y hagamos que Jungwon tenga la mejor pedida de mano de la historia — Wonyoung alzo sus manos en cada costado sobre exagerando la situación.
— No le pediré matrimonio.
— Aún...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Wonyoung se encargo toda una semana de re capitular los momentos cursis favoritos de Jungwon. Había armado un plan perfecto para que ambos tortolitos formalizaran su relación, estaba cansada de verlos lanzarse miradas cada minuto.
