11: Campamento [Parte 2/2]

73 11 2
                                    

Ox estaba despierto mirando la cabaña 13, a pesar de que era muy tarde.

-¿Qué mierda? -susurró, aún sin poder creer que los hombres lobo existían.

-Ox, ¿qué haces despierto? -le preguntó Chris, mirándolo.

-No podía dormir. Saldré a dar un paseo a ver si así me entra sueño. Que descanses, Chris -dijo Ox, mientras salía de su cabaña sin hacer ruido. Necesitaba estar solo un rato. Caminó un rato hasta sentarse por ahí.

-Hombres lobo, esto es una locura -suspiró, mientras dibujaba en la nieve uno de los símbolos que vio en el brazo de Gordo.

Un lobo blanco con negro en el pecho se acercó a Ox, quien miraba las estrellas en silencio.

-Espero que no hayas salido a cazar, está prohibido, Thomas. -La voz de Gordo se escuchó detrás. Thomas le gruñó, pero Gordo pateó nieve, la cual el lobo se comió con el gruñido-. No me das miedo gruñendo así, ¿sabes?

Ox los miraba.

-¿Todo bien, Ox? -le preguntó Gordo-. Chris me despertó diciendo que no podías dormir.

-Estoy bien, Gordo -respondió Ox encogiéndose de hombros.

Thomas ladeó la cabeza. Él sentía las emociones de Ox pero no entendía de dónde provenían.

-Thomas, por primera vez en años, te pido que te vayas -le pidió Gordo-. Dile al resto que no salga, no quiero que se acerquen ahora.

Thomas se fue en silencio hacia su cabaña luego de golpear suavemente a Ox. Sólo se escucharon sus suaves pasos de lobo sobre la nieve.

-Hazlo, no te escucharán -le dijo Gordo a Ox, usando su magia para rodear su lazo y evitando que los lobos sientan al chico.

Ox estalló en lágrimas, las cosas lo habían sobrepasado y no sabía sobrellevarlo. Tal vez no era un hombre todavía.

-No puedo con esto, Gordo -sollozó-, no me importa que sean lobos o que tú seas mago.

-Soy un... No importa.

-Me mantuve fuerte por Joe, Gordo, pero... tengo miedo -susurró Ox abrazando sus piernas-. Miedo de que algo le pase a mamá, miedo de no ser capaz de proteger a los que amo. Sólo soy un maldito humano que no es veloz ni ágil.

"El chico que corre con los lobos". O por lo menos así le decían los lobos de Maine que sabían de su existencia.

Gordo lo abrazó mientras Oxnard se rompía en sus brazos. Habían ido para que Matheson se relaje, pero no creyó que terminaría en esto. Malditos Bennett.

-Ox, no eres inútil -negó Gordo mientras lo acariciaba-. No estás solo, ¿sí? Desahogate, los Bennett no te sentirán, rodeé tu lazo con mi magia.

Ox lloró aún más, emociones que no se permitía sentir porque tenía que ser un hombre destrozaron el escudo que había logrado construir.

Gordo suspiró mientras lo apretaba entre sus brazos con fuerza, el cuervo de su brazo aleteó y dio un silencioso graznido de tristeza debajo de la campera.

-Sólo soy una carga -susurró Ox-. Seguro soy al primero al que atacarán los omegas.

-No, Ox -negó Gordo.

-0-

Mientras tanto, en la cabaña 13, Thomas volvió a transformarse en humano apenas entró.

Joe gimió al no sentir a Ox.

-¿Ox está bien, papá? -le preguntó Kelly, sentado, acariciando a un dormido Robbie, quien dormía junto a Mark. El lobo adulto miraba por la ventana.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Volver (Green Creek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora