4

68 19 7
                                    

♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)♡o。.(✿ฺ。✿ฺ)

Estabas sentada en el piso del hotel, observando a Charlie tener un crisis nerviosa por la reciente noticia del adelanto del exterminio anual. Vaggie trataba de consolarla y Angel... Bueno, él ya se había resignado a que todos iban a morir.

De repente, Vaggie tuvo la maravillosa (e incluso un poco oportunista) idea de que con la noticia del exterminio, probablemente habrían muchos demonios asustados que harían CUALQUIER cosa con tal de salvarse; incluso si eso significaba redimirse.

Suspiraste de manera pesada, sintiéndote levemente (DEMASIADO) culpable por saber que tú estabas ahí de cebo a sabiendas de que habría dos exterminios este año y de que gracias a que estabas prácticamente obligada a guardar silencio, miles de almas morirían.

Fuiste sacada de manera brusca de tus pensamientos cuando una de las paredes del hotel fue derribada de manera repentina y creando un ruido tan jodidamente fuerte que te hizo taparte los oídos porque te había agobiado. A través de la pared (ahora igual de inexistente que el amor de tus padres ausentes) se podía observar la silueta de un dirigible que estaba siendo manejado por un extraño demonio serpiente.

—¡ALASTOR!, ¡Si de verdad no eres un cobarde sal ahora de donde quiera que estés y pelea como los hombres!—gritó el demonio.

—¡Estúpida, mi pared, idiota!—gritó Charlie un poco bastante enojada por la reciente destrucción parcial de su hotel.

—¡Tú cállate, princesita! Yo estoy aquí para buscar a Alastor, ¡ASÍ QUE SAL DE DONDE QUIERA QUE ESTÉS, MALDITO CUERNUDO!-...—gritó nuevamente, siendo interrumpido por él mismo cuando se dio cuenta de que Alastor estaba sentado en el balcón bebiendo una taza de café—Oh, ahí estás...—dijo un poco apenado cuando se dio cuenta de que destruyó la pared de manera innecesaria.

—Uh, disculpa, ¿te conozco?—cuestionó de manera cínica.

—¿QUÉ?, ¿no me recuerdas?
¡YO SOY SR. PENTIUS! Tu mayor rival; nos enfrentamos unas 5 veces la semana pasada

—Oh, entonces si noes hemos enfrentado tantas veces supongo que será porque no eres un maestro en el arte de la guerra así como pensabas

—Qué-... ¡Hijo de puta, espero que digas eso mismo después de que haya trapeado el suelo contigo!

Te asomaste de manera cuidadosa para evitar que te mataran a ti sin quererlo. En pocos minutos Alastor tenía el dirigible atrapado entre sus tentáculos, golpeándolo y sacudiéndolo de un lado a otro como si de un niño con un juguete se tratase.
Alastor se estaba cagando de la risa, incluso por un momento se le pusieron los ojos virolos por la risa del momento.

—Uh... Alastor, creo que ya tuvo suficiente—mencionó Charlie.

—Yo creo que un par de golpes más no le hacen daño a nadie

—¡Angel!—regañaste y después te acercaste un poco más a la escena—Alastor suéltalo, ¡ni siquiera le estás dejando defenderse!

—Claro que no, lindura; estamos en el puto infierno y aquí es matar o morir

—Cobarde

—¿Qué dijiste?—cuestionó Alastor dando un giro de 180 grados a su cuello para poder verte—Repítelo.

—Dije que eres un jodido cobarde—reafirmaste llevándote ambas manos a la cintura—Me importa un carajo que estemos en el puto infierno

—Vaya, señorita... No la había escuchado maldecir en todo este tiempo

—Tú cállate—gritaste señalando a Alastor como si de un delincuente se tratase—Te estás metiendo con alguien mucho más débil que tú, alguien que sabes que no puede ni va a defenderse. ¿Qué me importa a mi si él empezó la pelea? Tú eres el fuerte aquí, deberías aprender a elegir qué batallas pelear y cuales dejar pasar

☆ Something crazy ☆Where stories live. Discover now