☆ Something crazy ☆

14

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—¿Qué le pasa a Charlie?

Miré con confusión a Charlotte que iba de un lado a otro frente a un pizarrón mientras sonreía y se reía como psicópata. Era como si estuviese en un episodio psicótico y eso fuese un grito desesperado de ayuda.

—No durmió en toda la noche—respondió Angel.

—Que mal, mis huevecillos y yo dormimos muy bien anoche

—Uhh.. ¿Amor?

—¡EL TIEMPO CORRE, VAGGIE!

Charlie nos miró directamente: sus pupilas estaban contraídas y la esclerótica de sus ojos estaba rojiza por la falta de sueño, además de que estaba despeinada y se notaba muy de lejos su colapso mental.

—Faltan 4 meses para el gran exterminio anual adelantado y NADA DE LO QUE HAGO FUNCIONA PARA REDIMIRLOS, JAJAJA, DIOS. NO IMPORTA CUANTAS ESTRATEGIAS CRÉE O CUANTO ME ESFUERCE, EL TIEMPO SIGUE CORRIENDO

—Uh... ¿Amor?

—SOY UN PUTO FRACASO JAJAJA

Pentius y yo nos miramos mutuamente: nunca habíamos visto a nadie además de Niffty actuar de manera tan errática y desesperada.

—Cariño, ¿y si?...

—¡NO LO DIGAS!

—¿Y si llamas a tu padre?...

Charlie bufó al tiempo que se dejaba caer en el sillón y comenzaba a patalear con frustración: ahora que lo recuerdo, ella es hija de Lucifer... ¿Tan malo es el rey del infierno como para que su única hija no quiera verlo o tan siquiera hablar con él?

—Charlie, es tu papá

—¡Si! Pero desde que mi mamá y él se separaron no ha mostrado el más mínimo interés en verme y solamente me llama para pedirme favores...

—Espera, ¿tus padres están separados?

—Algo así... Es decir, siguen estando casados pero mamá desapareció hace 7 años y desde entonces mi papá ha sido más distante que nunca conmigo...

Vaggie se acercó para animar a Charlie y convencerla de llamar a su padre. Mientras tanto me quedé en una esquina, parada en silencio y tratando de tragarme la culpa que sentí al verla de esa manera: quién sabe cómo iba a reaccionar si le decía que este año habrían dos purgas anuales y que una de ellas literalmente estaba a escasa semana y media de suceder.

Cuando Charlie finalmente se animó a llamar al señor del infierno, yo me quedé con la mirada algo baja, absorta en mis pensamientos hasta que Pentius me habló.

—Señorita, ¿está bien?

—Si lo estoy, solamente me siento un poco mal por lo de la purga anual. Tantas almas en este infierno... Digo, sé que muchas de ellas merecen estar aquí, pero, aún así siento pena por ellas

—Señorita, usted es un ángel

Tragué saliva al escuchar eso, pero por la mirada de Pentius pude darme cuenta de que simplemente lo había dicho porque pensaba que era muy buena persona, no porque supiera mi secreto.

—Supongo que gracias

—Aunque no debería preocuparse por eso, si algún ángel decide tratar de matarla, ¡yo y mis huevecillos vamos a protegerla!

—Eso es muy lindo de tu parte, aunque no me gustaría que terminases muerto o algo peor para protegerme

—Pero-... Eso es lo que hacen los amigos, ¿no?