Sentirse completo

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Noeul se removió en las suaves mantas de la cama, sentía su cuerpo pesado, pero bien. Una extraña mezcla de dolor y confort.

- ¿Mamá? -Sintió como una pequeña mano le jaló la sábana, se la quitó del rostro para ver al intruso - ¡Mama!- Nat gateó más cerca del omega para después dejarse caer sobre él, fue rodeado por dos brazos grandes y protectores, amaba mucho esa sensación.

-Buenos días mi pequeño.- Noeuo acarició la espalda de el cachorro y este solo ronroneó.

Usando toda su fuerza de voluntad y aguantando el dolor en sus caderas, se sentó en la cama con Nat en brazos, el menor tanteó el pecho del mayor y Noeul solo sonrió alzando la camisa que tenía puesta. Jadeó un poco cuando el chupó uno de sus pezones, estaban algo doloridos.

Recordaba todo lo que había pasado en la noche anterior, una parte suya no podía creer lo que había hecho y se moría de vergüenza. Su parte más instintiva estaba regocijada y ronroneaba a gusto, estaba feliz, podía sentir el calor en su cuello, un poco de ardor, no tenia que ser un genio para saber que era el causante de ese calor.

Noeul sonrió mientras abrazaba a su pequeño, ahora tenía un alfa y un cachorro, estaba muy feliz con eso. Ya quería contárselo a su madre, Noeul abrió los ojos, sorprendido, no había hablado con su madre desde hace meses.

-No puede ser...-La última vez que habló con ella fue poco antes de que Boss y Nat aparecieran en su vida.

Ella no le molestaba mucho sabiendo que se la pasaba trabajando en la guardería, siempre esperaba a que él fuera, el primero en llamar o enviarle un mensaje.

- Pensará que la estoy ignorando -Se lamentó, había estado tan ocupado estando al pendiente de Nat y las demás cosas que habían pasado, que había olvidado por completo a su madre.

Lo peor de caso era ¿Cómo le explicaria que estaba amamantando a un cachorro y tenía una marca de alfa? Le daría un infarto a la pobre.

-¿En qué tanto piensas?, puedo sentir tu angustia.- Noeul  alzó la vista encontrándose con su alfa, tenía una bandeja en la mano, tenía comida en ella y un frasco de pastillas, supuso que era para el dolor en su cuerpo.

Tragó saliva sintiendo su boca seca, además le dolía un poco la garganta, se sonrojó al suponer por qué tenía ese mal.

Miró como el alfa se acercó y puso la comida sobre la mesita de noche.

- ¿Y bien? -Preguntó el alto mirándolo con una ceja alzada, solo negó suavemente ante su respuesta y aceptó la pastilla con el agua que le ofrecía.

- Estaba pensando en mi mamá.- Noeul se sonrojó, con vergüenza en su sistema por mencionarla hasta ahorita - Ella estará muy preocupada por mí, creo que hasta pensará que me ha ocurrido algo malo.- Boss sonrió, algo burlón y Noeul lo miró mal por eso. Suspiró mirando a su cachorro, Nat le miraba con sus grandes y hermosos ojos negros, le parecían las mejores joyas del mundo.

- Entonces vamos a visitarla un día de
estos, solo hay que sacar el tiempo -El omega se sorprendió por eso, sabía que el alfa hablaba en serio, pero aun así tenía algo de miedo que no le fuera caer bien su mamá o al revés, que a su mama no le cayera bien su alfa.

- ¿Estás seguro? -Noeul preguntó, y abrió la boca para recibir la tostada que le ofrecía el alfa, era gracioso la idea de ser alimentado y alimentar al mismo tiempo.

- Claro que si, es mi suegra después de todo.- no lo admitiría, pero una parte
suya tenía miedo, no sabía, ni tenía idea
de cómo era la madre de su omega, pero solo esperaba llevarse bien con ella.

- Bien, hablaré con ella por teléfono antes de ir, no quiero que de verdad le dé un infarto -Murmuró el omega mientras seguía comiendo de las tostadas que le daba el alfa, y Boss solo asintió.

Little Mother Where stories live. Discover now