♥︎Extra-1

248 24 2
                                    

¡Mamá, mi cabello! -Un pequeño de diez años corría por el pasillo de su hogar con un cepillo de peinar en mano.

Noeul bebía café tranquilamente, antes de que el llamado de su cachorro le hiciera mostrar atención hacia el. El omega sonrió ante la imagen, el sedoso cabello de Nat, cala como cascada

de su cabeza, tenia el cabello medio largo y le encantaba asi.

-Bien, ven aquí-Lo llamó y el gustoso aceptó acercarse y voltearse para dejar que el omega mayor le cepillara.

Noeul comenzó con el trabajo pasando suavemente el cepillo por el cabello, un momento después, vio como una pelota rebotaba hacia donde estaban ellos, después simplemente rodó hasta sus pies.

Alzó una ceja escuchando como pasos apresurados iban hacia ellos.

-¡Yo lo vi primero!-Chilló una voz que venía desde el pasillo.

-¡Es el primero que lo agarre se lo queda! -Exclamó otra voz, diferente y más femenina de la primera.

-¡No, yo estaba jugando con la pelota primero! -La última voz era un poco más aguda, y chillona.

Noeul suspiró, dejó el cepillo a un lado y se agachó un poco para tomar la pelota. Los tres pares de pies se detuvieron ante él, los miró serio, y los pequeños sabían que estaban en problemas.

-¿Qué les tengo dicho? -Preguntó poniendo la pelota segura entre sus manos, los pequeños se miraron entre si. sabiendo que ya no podrían jugar con la pelota ese día.

-Que no juguemos dentro de la casa con
la pelota.-Habló el pequeño de cabellos castaños y ojos marrones, haciendo un pequeño puchero, pero Noeul no dejó que su blando corazón hiciera efecto por ello.

-¿Y qué más? -Volvió a preguntar sin cambiar de expresión, su pequeño de cabellos castaños y ojos oscuros jugó con sus pies antes de tomar la palabra.

-Que no estuviésemos peleando por los juguetes.-No le gustaba mucho regañar a sus retoños, pero sabía que debía de enseñarles disciplina, asi serian unos pequeños educados.

-¿Y qué estaban haciendo hasta hace un momento?-Preguntó por último, y esta
vez fue su cachorro más pequeño quien tomaba la palabra, su cabello castaño y sus ojos azules, que, a diferencia de su hermano, tenía las mismas mejillas que su madre.-Estábamos pelando y jugando conla pelota dentro de la casa, todo lo que mamá dijo que no se podía hacer.- Nat miraba a sus hermanos menores con algo de pena, sabían que no debían hacer enojar a mamá, pero algunas veces lo hacían, no a propósito, aunque si lo hacian.

-Bien, por eso, no habrá pelota hasta mañana.- Noeul miró como sus pequeños cachorros hacian caritas tristes, y aunque su corazón doliera por eso, debía seguir adelante con el castigo.

Noeul se levantó de la silla en la que
estaba y se llevó la pelota con él, miró como los rostros tristes de los pequeños se volteaba en su dirección mientras caminaba.

Por suerte para él, la puerta principal fue abierta, los pequeños sabían quién era y se olvidaron rápidamente de la pelota salieron corriendo hacia el pasillo.

-Papá llegó! -Los escuchó exclamar
alegremente mientras se iban.

Solo sonrió y guardó pelota, después se fue siguiendo las voces que iban por el pasillo, se encontró con una linda escena, Boss tenía a los gemelos colgando de la espalda y a Nat junto a Mix cargado en sus brazos.

-Me siento viejo, mi columna se va a partir.- Se quejó el alfa con diversión y Noeul se rio, se acercó al alfa para tomar a su pequeño cachorro en los brazos y aligerar un poco la carga que tenia encima.

Little Mother Where stories live. Discover now