Después de varios días conviviendo con los pilotos había descubierto algo de ellos.

Checo era el alma de la fiesta, el que brindaba a todos una sonrisa en su rostro y te sacaba conversación incluso cuando tú no la tuvieras, también era un poco distraído, se iba a otro mundo en una que otra conversación que tuvieras con él, le gustaba molestar a los demás de vez en cuando.

Max era... bueno, ¿Cómo podría comenzar? Era reservado, le gustaba ganar y disfrutaba mucho correr, no le gustaba que le pidiera que se aprendiera las respuestas, tenía una risa contagiosa y si lo mirabas con detenimiento podrías encontrarlo observandote ya sea con una mueca de confusión, un mal gesto o una sonrisa en su rostro.

Claramente habían sido pocas veces en las que lo notaba mirándome con una sonrisa, lo cuál me hacía llegar a la siguiente pregunta.

¿Le desagradaba a Max Verstappen?

Nos habían regresado todos a Londres, los pilotos entrenaban en el simulador y participaban en las reuniones que teníamos diarias. Teníamos el resto de la semana para prepararnos para el siguiente destino.

O más bien, los ingenieros y los pilotos tenían el resto de la semana para prepararse.

Kristine seguía con incapacidad, así que tenía suerte, iría a Imola el siguiente fin.

Unos golpes me hicieron levantar la mirada. No tenía como tal una oficina propia, pero era la única persona en el lugar.

-¿Sucede algo?- le pregunté al ojiazul.

Era la quinta vez que venía a tocar a la oficina, no decía nada, simplemente se quedaba ahí de pie observandome como si fuera un experimento suyo.

-Es que en verdad no lo entiendo, ¿Por qué trabajas aquí?

-Porque soy adulta y necesito dinero- respondí alzando mis hombros.

-Pero eras Manager, poca gente llega a crecer dentro de la empresa y convertirse en manager.

-¿Podemos tener está conversación luego? Alice me ha pedido que realice el cronograma del siguiente fin, así que...

-Checo dijo que comenzó a seguirte en Instagram.

-Lo ha hecho- respondí mirando a la pantalla.

-¿Puedo seguirte también?

-Seguro- murmuré.

-Mimi, ¿Puedo llamarte Mimi? Es mucho más fácil que decir tu nombre- tomo asiento en la silla de Collin.

-¿Se te ha ocurrido a ti?

-Los demás te llaman Sua.

-Así me dicen mis amigos- comenté, guarde el archivo y lo mandé a imprimir.

-¿Entonces no te molesta si te llamo así?

Me deslicé al otro lado del lugar con la silla. Había cámaras, pero no me importaba, y al parecer al chico presente tampoco.

-No me molesta- regresé a mi escritorio, grape las hojas, las acomode en un portafolio y esta vez me pare para dejarlas en el escritorio de Alice.

Había terminado mi trabajo, una hora y media después de mi hora de salida, pero lo había hecho.

-¿Nadie te dice de otra forma?

Mire mi reloj. Se suponía que todos debían haberse ido hace una hora y media, ¿Max tenía trabajo pendiente por hacer?

Apague mi laptop mientras aún dudaba en responderle.

-Mis hermanas me dicen pollito.

-¿Po... polito?

So It Goes... (M.V)Where stories live. Discover now