So It Goes... (M.V)

19

Mi cuerpo se sentía cansado, no haberme puesto un calzado cómodo no me fue de mucha ayuda para darle un tour a Max.

El chico estaba sonrojado por el sol, tenía sus lentes oscuros puestos y la gorra de RedBull.

Era su segundo día aquí, aún no se lo presentaba a mi familia pero a Bere ya se le hizo raro que yo volviera a "salir con Dani".

-¿Quieres un helado?- le pregunté al chico.

Max alejo su vista de su celular y asintió.

-No te vayas a ir- dije con seriedad.

Había perdido a Max en las últimas tres horas.

-Te lo juro Mimi no me voy a mover, quiero sacar una buena foto de este lugar- me aseguro.

Asentí y me adelante a la heladería, pedí dos conos de nieve de limón y regrese.

Tal y como había dicho, Max seguía tomando fotos. Giro un poco cuando estaba acercándome a él.

-Espera Mimi, dejame tomarte una.

Levanté un poco más los helados y sonreí a su cámara. Max sonrió antes de que el flash saliera.

-¿Salí bien?- pregunté pasándole su cono.

-Es imposible que salgas mal- respondió.

-¿Nos tomamos una juntos?- levanté un poco mi celular.

Max lo dudo un poco pero termino asintiendo, el chico se agachó un poco, ambos sonreímos a mi cámara frontal y capture la imagen.

Seguimos caminando hasta que ambos terminamos nuestro helado. Mañana haríamos un pequeño viaje a unas cascadas cerca de la ciudad.

Había sido difícil pero logré que papá me prestará su camioneta.

-¿Quieres ir a otro lugar? Mañana partimos a las seis así que, podemos ir a otro lugar si lo deseas o puedo dejarte para que descanses.

-¿Puedo conocer a tus padres? Solo quiero asegurarme que sepan que el viaje de mañana será seguro, les puedo decir que yo conduciré.

-No tienes licencia mexicana.

-¿Y eso qué?

-Eso es ilegal.

-No creo, bueno, quizá lo seña- se sacó su gorra y lentes oscuros cuando entramos al coche- Pero no creo que me metan preso.

-Uno nunca sabe- respondí viendo como el asiento de copiloto se hacía hasta atrás.

Aquello me causo una risa. Me acomodé y dejé parte de mi cuerpo recargado sobre el descansa brazos.

-Anda, quiero conocer a tus padres.

Sus dedos tocaron mi brazo, aquello me causo escalofríos de sorpresa, pero no me queje.

-Lamento informarte que mis padres no son buenos con el idioma inglés.

-Hay traductores, por si no sabías, estamos en una época en dónde la tecnología nos podría invadir fácilmente.

-¿Siempre encuentras una respuesta para todo?

-Sí, ¿Tienes un problema con eso?

-No, pero me será difícil ponerte una excusa algún día- me incorporé en el asiento y encendí el coche.

-¿Por qué me darías una excusa un día?

-Yo que sé, algo se me ocurrirá.

Comencé a conducir hacia casa, Max nuevamente no desaprovechó la oportunidad y continuo viendo las calles.