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El día de ayer había sido fenomenal, era muy raro que mi familia y yo fueramos a las cascadas, pero pasamos un rato agradable.

Hubo personas que reconocieron a Max, casi se arma un alboroto, pero por suerte el chico pidió a todos que se tranquilizaran, duramos cuatro horas ahí y sí, deje a Max conducir de regreso a casa.

-¿Por qué te arreglas tanto?- preguntó Bere desde mi cama.

-Nada más.

-¿Saldrás con Max?

-No, en realidad va a venir- respondí girando a verla- ¿Mamá no te lo dijo? Les dije que Max vendría a cenar hoy.

-Faaak, no me dijo nada- se quejó- Iré a bañarme y a arreglarme rápido.

-Oki- respondí viéndola salir.

Termine por acomodar mi cabello y salí de mi habitación. Estaba ya por bajar el último escalón cuando papá entro a la casa.

-¿A qué hora viene Maximiliano?- pregunto pasándole el sobre de fotografías.

-Dentro de una hora- respondí.

Tome el sobre y volví a subir, no dude en lanzarme a mi cama y ver las fotografías que había mandado a imprimir.

Unas eran de cuando aún vivía en Texas, las otras de mis primeros días en Londres, tenía varias de las carreras a las que había asistido, una que otra que había tomado a los pilotos estando desprevenidos y también unas que me había sacado con Max.

Tome mi álbum de fotografías y las notas adhesivas que tenía junto a este. Comencé a hacer mi ritual, hice el separador de las fotos anteriores y comencé a agregar más de mis recuerdos impresos.

Me gustaba dejar notas a lado de las fotografías, para poder dejar más en claro los recuerdos.

Estaba por escribir la última nota para la foto con Max pero Bere tocó mi puerta.

-Creo que ya llegó Max- dijo aún con su cabello húmedo y su máscara de pestañas en manos.

Se miro en el espejo de mi habitación y se terminó de colocar la máscara, salió apresurada a su habitación, guarde el álbum y las demás cosas en mi cajón y baje.

Lo primero que ví fue a mis padres abrazando a Sergio Pérez, Max los miraba con una sonrisa tímida viendo como los tres hablaban español.

-Suamy- llamo el chico cuando me vió.

-Hola- me acerque a saludarle notando que traía cuatro ramos en una bolsa de regalo.

-Es uno para tus hermanas, para tú mamá y para ti- respondió notando que mi mirada estaba en aquella bolsa.

-Vaya...- me quedé sin palabras.

Ni siquiera Stuart les daba flores a mis hermanas o a mi mamá, o siquiera a mí, a menos que fuera una "ocasión especial".

Saco dos ramos y nos lo entregó a mi mamá y a mi. Papá los invito a pasar al comedor, Max tenía su traductor ya puesto para ir entendiendo la plática.

-¿Mati no va a venir?- pregunte.

-No, dijo que se pasaría más noche- dijo mamá- Ven ayúdame a servir el agua.

Serví el agua de Jamaica y la lleve a la mesa, estaba dejando los vasos cuando el grito de Bere me asustó haciéndome tirar uno.

-Are you okay?- Max se puso de pie con rapidez.

-Yeah, it's fine- respondí comenzando a recoger los pedazos de vidrio.

-Berenice Ramirez, una gran admiradora tuya- le dijo al piloto mexicano.

So It Goes... (M.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora