Dear Carlos | Carlos Sainz

WLL Capítulo 4 - En sus marcas, listos... ¡fuera!

Dear Carlos - With Love Lily

💛🐝💛

12 de enero del 2024. Mallorca, España.

Lily

-¡Al fin! - grito mi novio al estacionar el auto en la cochera de la casa.

-Por dios, Carlos Sainz - reí levemente - no es para tanto.

-Sí que lo es - me miró mientras retiraba el cinturón de seguridad - necesito ir al baño con urgencia - abrió la puerta del auto y salió rápidamente- ¿Sacas a la bebé del auto, verdad?

-Si Carletes, anda - rodee los ojos divertida - corre o no llegas, yo me encargo de abejita.

-Gracias - cerró la puerta y corrió hacia el interior de la casa - ¡eres la mejor!

-Ay dios mío - solté una pequeña carcajada mientras me giraba para observar a la pequeña bebé en la parte trasera del auto - papi es un caso perdido, ¿verdad, Carlita?

Mi niña balbuceó.

-Exactamente - reí mientras me quitaba el cinturón de seguridad de la camioneta - tú si sabes, hija mía.

Baje del auto con cuidado y camine hasta la puerta trasera, abriéndola para poder ver a mi bebé.

-Hola de nuevo - sonreí y coloqué mis lentes de sol sobre mi cabeza para poder tener una mejor visión - ¿Cómo te sentiste en el viaje?, ¿cómoda verdad? - quite los candados del asiento y con cuidado lo saque del auto, sujetándolo con ambas manos - digo, no lloraste en el avión, así que supongo que esa es una buena señal.

Reí levemente y coloqué el asiento en el piso para poder tomar mi bolso y la pañalera, colgando estos sobre mi hombro.

-Me alegra que no lloraras - empecé a caminar hacia la casa, agradeciendo mentalmente a mi novio por dejar la puerta de la entrada abierta - papi viaja mucho por trabajo, así que si no te asustan los aviones, podremos ir a visitarlo o acompañarlo más seguido.

Cerré la puerta con uno de mis pies y caminé hasta la sala, dejando los bolsos en el suelo y colocando la silla sobre el sillón, permitiéndome tomar en brazos a mi bebé.

-Ya estas - le sonreí - bien hija, ya llegamos, es momento de que te enseñe uno de los lugares que más amo en este mundo - camine hasta uno de los ventanales y la acomode para que observara la vista sin lastimar sus ojitos - mi amor, bienvenida a Mallorca.

Para mí y para Carlos, era de suma importancia que nuestra hija tuviera una conexión especial con este lugar, ya que para ambos significaba mucho.

Era nuestro pequeño rincón para escapar de la rutina, relajarnos y reconectarnos con nosotros mismos, nuestro lugar favorito en el mundo.

Nuestro sitio especial, el cual, próximamente, sería el lugar donde nuestra boda se llevaría a cabo.

-¿Te gusta la vista? - le pregunté a la bebé en mis brazos - es muy lindo, ¿verdad?

-Por supuesto que le tiene que gustar - dijo Carlos mientras se acercaba a nosotras - la vista es asombrosa.

-Sí, estoy segura de que le ha fascinado - sonreí - ¿Todo salió bien en el baño?

-Todo perfecto, gracias por preguntar - rio y tomó a nuestra hija en brazos - ¿sabes si ya llegaron tus hermanos?, la casa está muy silenciosa.

-Sí, pero no están aquí - acomodé mi ropa - Manu me dijo por mensaje que irían al centro a comprar despensa.