Dear Carlos - With Love, Lily
💛🐝💛
24 de diciembre de 2037. Madrid, España.
Lily
Amaba la Navidad.
Cada año, desde que los niños habían llegado a nuestras vidas, Carlos y yo habíamos creado una serie de tradiciones navideñas para estos días.
El día de hoy, Nochebuena, iniciaba con un desayuno especial para mi dulce y especial familia.
Rodeé sobre la cama para apagar la alarma y me senté sobre la misma mientras tallaba mis ojos.
Eran las 8 de la mañana, la luz entraba a través de las ventanas y los pequeños, pero profundos ronquidos de mi amado esposo inundaban la habitación.
Una mañana como cualquier otra, aunque no era ordinaria, era Nochebuena.
Giré sobre la cama y me acerqué a Carlos, colocando el codo sobre su almohada y recargando mi cabeza sobre mi brazo para observarlo con detenimiento.
Los años que habían transcurrido estaban haciendo lo suyo, pero a diferencia de lo que muchos podrían imaginar, para tener 43 años estaba bastante conservado. Únicamente tenía un par de líneas de expresión en el rostro y unas cuantas canas sobre el cabello; sin embargo, fuera de ello, seguía siendo el mismo hombre del que me había enamorado a los 12 años.
Y del cual seguiría enamorada hasta el último de mis días.
Coloqué mi dedo índice sobre su entrecejo y lo deslicé con delicadeza sobre el puente de su nariz, provocando que el chico frunciera el ceño ante la suave sensación.
Solté una pequeña risa y desvié mi mano hasta su mejilla, acariciándola.
—Buenos días, Carletes — solté mientras el ex piloto abría sus ojos con lentitud —. Feliz Nochebuena.
Carlos sonrió y deslizó su mano izquierda por mi cintura baja, casi tocando mi trasero.
—Buenos días, Peque — se acercó a mí para darme un corto beso en los labios —. Feliz Nochebuena a ti también.
Sonreí de lado y acaricié su cabello.
—Anda, vamos abajo, tenemos muchas cosas que hacer hoy. El día es corto, pero lleno de tareas.
—Muchas tradiciones — me corrigió —. Si las llamas tareas, se vuelve tedioso porque suena a responsabilidad.
Reí levemente y asentí.
—De acuerdo, tenemos muchas tradiciones que hacer hoy — golpeé con cariño su pecho y me levanté de la cama —. Voy a lavarme los dientes y la cara, necesito ir al supermercado después del desayuno para comprar unas cosas que me hacen falta para la cena.
Ingrese al baño y tome mi cepillo de dientes, llenando la punta con pasta dental de menta.
Desde la habitación, escuché cómo Carlos soltaba un fuerte suspiro y se levantaba de la cama con pereza.
—¿Qué quieres que haga para desayunar? — preguntó a la distancia.
—Lo dejo a tu criterio — me enjuagué la boca —. Ah, por cierto, ¿puedes ir al aeropuerto con Carla? No sé hasta qué hora me vaya a desocupar.
3...
2...
1...
La cabeza de Carlos se asomó a través de la puerta del baño.

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Dear Carlos | Carlos Sainz
FanfictionNo recuerdo un mundo en el que no haya existido Carlos. Él está presente en cada uno de los recuerdos que tengo de mi niñez, mi adolescencia y mi actual juventud. Fue mi primer enamoramiento, mi primer novio, mi primer beso, mi primera vez, mi pri...