2Yeon> Nayeon sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella misma había construido con sacrificios y esfuerzos.
Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se...
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La enfermera corrió por el pasillo en busca del doctor quien estaba en su oficina descansando un poco.
—Doctor, la señorita Yoo está comenzando a reaccionar —dijo apresurada.
El hombre saltó de su silla y corrió junto a la enfermera hacía la habitación de Jeongyeon quien se veía confundida y desorientada, con algo de dificultad abrió los ojos y trató de sentarse pero falló en el intento.
—Despacio —Le pidió el doctor ayudándola a sentar— ¿Cómo te sientes? —preguntó mientras comenzaba a leer la máquina junto a ella.
—Mareada, todo está borroso y me duele la cabeza —dijo con la voz ronca.
—¿Recuerdas tu nombre? —preguntó acercando una linterna a sus ojos para poder examinarlos.
—Yoo Jeongyeon —respondió segura para volverse a recostar en la cama sintiéndose cansada— ¿Dónde está mi hija?
—Cálmate, no es momento para pensar en aquello —le dijo el doctor— Llevas varios meses en coma y por fin despertaste y al parecer el accidente no dejó secuelas, te mandaré a hacer un par de análisis para estar seguros.
—¿Dónde está mi hija? —Volvió a preguntar sin importarle nada más.
—Ella está bien con su otra madre —le dijo la enfermera que conocía a la niña y a Nayeon.
—¿Qué demonios está diciendo? —preguntó confundida, el doctor la miró curiosa.
—Nayeon —le respondió la enfermera tratando de que la recuerde.
—No… no… no —dijo bajito negando con la cabeza, era imposible pensó Jeongyeon, Nayeon no sabía acerca de Jinsol— Necesito ir por mi hija —dijo desesperada— Tengo que encontrarla.
—Jeongyeon, cálmate —Le pidió el doctor— Necesitamos hacerte los análisis, tratare de localizar a tus familiares cercanos o personas de confianza, tú —Se dirigió ahora a la enfermera— Prepárala para que la lleven a tomar varias radiografías y muestra de sangre, ya mandare la orden al laboratorio, por favor vigilala.
—Sí —dijo rápidamente comenzando a tomar los signos vitales de Jeongyeon para anotarlos en su libreta.
—Necesito un teléfono —se dirigió a la enfermera— por favor, necesito hacer una llamada.
—Puede darme el número e informarle que usted despertó.
—Está bien —dijo resignada— Su número es 592 467 9067, su nombre es Jihyo, por favor dígale que necesito que venga.
