FIRE IN YOUR EYES

Capitulo 13

Sus ojos se abrieron de apoco, su cabeza pesaba en demasía y sentía como cada parte que le componía estaba en alerta, se sentía algo sucio, sus ojos estaban despiertos mirando a la pared fija, observando a su alrededor esa habitación desconocida de la cual no tenía idea, jamás la había percibido y en lo que llevaba de vida imagino encontrarse en un lugar como ese.

Su cuerpo estaba envuelto en sabanas de seda y por encima había techos altos, una habitación enorme aún más grande que su pequeño lugar, estaba seguro que no había estado ahí jamás, aquella gran inmensidad que veía la sentía fría casi que le calaba en sus huesos.

Miro sus muñecas su cuerpo que estaba lleno de moretones, por primera vez dolía...por primera vez sentía ardor en sus manos por haber sido atado, por haber sido sometido a algo que realmente no deseaba.

De su rostro bajaron lágrimas cuando recordó el incidente de ese momento, ese día, en ese lugar con ella, con esa chica rubia que tanto adoraba como su rostro y su boca solo se concentraba en dañar su corazón, sentía que su cuerpo ardía, que su pecho dolía, todo en el en ese momento estaba mal, estaba débil. ¿Entonces esa era el sentimiento de traición? ¿Qué es lo que era? No lo sabía, pero sabía tan amargo como su propia existencia en ese momento.

Escucho la gran puerta ser abierta y dos cabezas con rizos se asomaron de a poquito, esperando por lo que parecía un permiso para entrar donde estaba el.

—Adelante—dijo bajito, con eso los pasos de ellos entraron, Edward tenía una tela en su brazo que lo sujetaba, sin pesarlo dos veces se levantó de inmediato quitando cualquier molestia de sabanas en su cuerpo, no se había percatado que solo estaba en ropa interior, no le importo, su amo estaba lastimado.

Sus pies no pudieron ir muy lejos lo supo cuando sus rodillas dieron con el suelo y Harry estaba corriendo para sostenerlo, mismo que tenía una venda rodeando su cabeza, sus lágrimas no paraban de bajar ellos estaban lastimados, se sentía aun peor en ese momento.

—Gatito no te muevas de esa manera—Harry cargo su cuerpo de inmediato para devolverlo a la gran cama, ellos estaban parado a su lado con sus cabezas bajas.

—Q.... que—No sabía si debía de preguntar, tenía un nudo en su garganta, su cabeza dolía al recordar todo.

—Está bien, puedes preguntar...—Edward asintió suavemente, había escuchado ese comentario una vez, en su momento no había preguntado nada pue sentía que no era de su incumbencia, pero en este momento era diferente, todo parecía girar en torno a el—sé que recuerdas cuando te lo dije, te di permiso para que preguntaras lo que desearas en lugar de eso preguntaste porqué te habíamos dejado.

Harry poco sabia de aquello hechos pues su rostro parecía de solo confusión.

—¿Le diste permiso? Edward, eso no iba a pasar de esa manera, no no, eso no iba a pasar—Harry se dirigía a su hermano con total inconformidad por lo sucedido en ese momento —Como puedes poner a Louis en tal peligro.

—No lo estaba poniendo en peligro, lo dejamos solo después de una sesión, me importa más su jodido estado mental que otra cosa.

—¿Y su estado físico? ¿Te importa una mierda? ¿Es eso? —Harry estaba algo frustrado, sus pasos se alejaron hasta sentarse y poner a sus pulmones a trabajar respirando un poco más suave tratando de tranquilizarse.

—Sabes a lo que me refiero.

—No, no lo sé, deberías de habérmelo dicho—Harry volteo, puso su atención a Louis llevando su mirada solo al cuerpo que parecía estar atento a todo lo sucedido—Gatito lo que pase del otro lado de la línea realmente no es de tu incumbencia no te quiero fisgoneando donde no te han llamado ¿me has entendido?