"T'estimo?"-Mar Serracanta y tú- Sin G!p

¿Dije algo que te molestara?

ANTES DE LEER

No se imaginan lo enganchada que estoy con esta historia, si no actualizo cada dos días es solo porque no tengo el tiempo de escribir JAJAJAJAJA

Muchas gracias por apoyar el libro, de por sí me está gustando mucho, pero ustedes hacen que lo disfrute más

Disfruten de la lectura 💕

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Narras tú

"¿Quieres venir a la cabina conmigo?" Miré mi celular cuando el partido había comenzado hace pocos minutos.

Me levanté y como me encontraba sola, ya que Mar jugaba en dos horas y se estaba preparando, fui a la cabina de Espe. Cuando llegué esta me sonrió y me invitó a entrar.

–Voy a pedir que te traigan una silla– sonreí –Eh, no seas mal educada, saluda a la gente– reí saludando con mi mano y me acerqué al micrófono.

–¡Hola! ¿Cómo andan? Yo me siento muy vacía, me hace falta estar en la cancha– Espe se rió –Pero tuve que hacer un sacrificio, confío que mis compañeras lograrán la victoria– dejó su celular en la mesa.

–Ya traen la silla...pero puedes sentarte aquí mientras esperas– dijo palmeando sus piernas y me senté de inmediato, provocando su risa.

–Gracias– se rió más –Hazte más adelante– movió la silla –Gracias– me abrazó por la cintura y reí.

–No te muevas tanto, que me empalmo– reí mirando la pantalla.

–No mames, qué puto golazo hicieron ¿Pero qué mierda están haciendo?– dije enojada viendo el gol de Móstoles.

–¿Nos han marcado?– asentí –No puede ser– suspiré.

–Es que...– suspiré negando.

–Eh, cierra la puta boca, aquí no puedes insultar a nadie– reí y la miré.

–Pero es que si juegan así...– me dio un golpe en la pierna.

–Eh, no me pegues así, que me excito– se rió mirando la cámara.

–Joder...– dijo riendo y sonreí –Yo no soy responsable de nada de lo que esa boca sucia diga– reí.

–Yo no tengo una boca sucia– la miré.

–¿No tienes una boca sucia?– negué.

–Aunque sí hago cosas sucias con ella– nos reímos y me sonrojé –Veamos el puto partido, no me desconcentres– se rió asintiendo y llegaron con otra silla, así que me levanté.

–Me he empalmado– dijo cubriendo su entrepierna.

–Qué rico– se rió.

–Joder– negué riendo.

–A mí no me gustan de esos...– levantó sus cejas.

–¿Y qué te gusta a ti?– miren su entrepierna de reojo y nos reímos –Joder, compórtate– sonreí.

–Pero...– mi celular vibró y lo miré.