La Orden Del General (en edición)

Volumen 3 - Capitulo 24

Chen Zeming no tuvo reacción al principio.

Sin embargo, después de un momento, abrió la boca y comenzó a responder al beso.

Xiao Ding levantó los ojos, estaba sorprendido. Los dos se conocen durante más de diez años, y nunca había visto a Chen Zeming tan flexible.

Aunque Chen Zeming no es una persona afilada, siempre ha sido redondo por fuera y cuadrado por dentro, suave pero fuerte. El método habitual de Chen Zeming no hay resistencia obvia ni cooperación activa. En opinión de Xiao Ding, esto es simplemente reservado, lo suficiente como para llamarse resistencia pasiva. Y el mayor desdén de Xiao Ding en el pasado proviene de su creencia de que esta forma ambigua de rechazo a la vez carece de principios y no tiene valor práctico. No tiene sentido y es aburrido.

En este momento, Chen Zeming no notó nada inusual en él. Bajó los ojos ligeramente y respiró levemente, Xiao Ding sintió los labios y lenguas de la otra parte. Eran cálidos y suaves, y se enredaban entre sí y se chupaban mutuamente, este toque hizo temblar los corazones de las personas.

Chen Zeming no tenía mucha expresión. No parecía emocionado ni dolorido, parecía simplemente estar intoxicado.

Xiao Ding estaba casi abrumado por su sentimiento, la tranquila concentración fue perturbada. Un beso que era solo un ligero toque de repente se volvió intenso. Chen Zeming notó esto y levantó los ojos. Se sorprendió un poco al ver los ojos de Xiao Ding siempre mirándolo, después de un rato, Chen Zeming rápidamente cerró los ojos, como si fuera a aceptar la situación. 

Xiao Ding estaba casi abrumado por su sentimiento. La tranquila concentración fue perturbada. Al mismo tiempo, sintió que un fuego ardía en su vientre y se precipitaba con su risa. De repente tenía algo que deseaba hacer más que reírse o besarse, y en realidad, era como pensaba esta persona, tirarlo al suelo, humillarlo, penetrarlo, poseerlo, violarlo, que suplicara, que respirara, que se sometiera, no había nada de malo en rendirse.

Antes de este momento, nunca había pensado en esto.

Fue solo un beso, quién diría que provocaría un incendio en la pradera.

En ese momento, un asistente cercano del Supervisor de Ceremonias entró corriendo desde fuera del palacio, parecía que tenía prisa, antes incluso de levantar la cabeza, se arrodilló y tocó: "Su Majestad ..."

Cuando Levantó la cabeza, fue recibido por las dos personas que se estaban besando, sorprendido, estupefacto, inmediatamente dejó de hablar, hizo una reverencia y se retiró.

Las dos personas en el palacio estaban tan apasionadas como si no hubiera nadie alrededor, y el sirviente frente a la puerta caminaba de puntillas como un ladrón, sin atreverse a hacer más ruido hasta que salio del palacio.

Sin embargo, cuando finalmente se cerraron las puertas dobles del palacio, eran pesadas y viejas, y el sonido al cerrarse fue largo y bajo, como un suspiro de hace cien años, lo cual fue bastante decepcionante.

Fuera de la ciudad, los hombres del rey Jing barrieron el campo de batalla y adquirieron muchos arcos, flechas y caballos, pero Duguhang no tenía intención de hacerlo.

Después de que Duguhang abandonó la capital, se dirigió directamente a Chenzhou, donde el gobernador militar fue un discípulo de Chen Zeming, llamado Wei Jing. Duguhang no tenía una relación cercana con este hombre, pero era el único de los gobernadores militares de los condados cercanos que tenía una relación más cercana con Chen Zeming. A juzgar por las pocas veces que lo había visto, parecía ser una persona atractiva. 

Después de que Wei Jing vio el edicto imperial, no lo trató a la ligera. Como era de esperar, inmediatamente reunió tropas. Duguhang estaba muy contento y sabía que la tarea podría completarse lo antes posible, corrió a la capital para rescatar a Chen Zeming. Quién iba a saber que cuando las tropas estaban a punto de ser enviadas, Wei Jing dijo: Se dieron varias razones para eludir a las tropas y se mostro  reacio a enviar tropas.