Charlie

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La noche había llegado por fin y cada residente del hotel se fue a su habitación para descansar del ajetreado día que tuvieron, menos una, la princesa quien caminaba por uno de los pasillos del hotel pensando en todas las cosas que sucedieron.

Primero, la desastrosa entrevista, después la humillación que Angel la hizo pasar, luego la llegada de Alastor, aún se preguntaba por qué alguien tan poderoso como aquel demonio parecía tan dispuesto a ayudarla, aún cuando había dejado en claro que no creía realmente en nada de esto.

Charlie no era tonta, ella notó como Alastor la miraba, en aquellos ojos solo se podía reflejar cierto rencor y odio a su persona, lo sabía por que era la misma mirada que ha recibido casi toda su vida. Ella no lo comprendía, pero desde que tenía memoria, los más cercanos a su familia siempre la miraban con cierta lástima, incluso el mayordomo de su padre parecía mirarla así, pero habían otros que la miraban con desdén, un ejemplo era su hermano, ella nunca había visto una mirada de cariño por parte de él y claro, no podía faltar su padre, quien siempre parecía mirarla con culpa y arrepentimiento.

“¿Pero arrepentimiento por qué?”

La única que no la había mirado con malos ojos era su madre, claro que años después conoció a Vaggie, quien solo la miraba con cariño, pero en su niñez, su madre era la única en quien podía apoyarse.

Algo que nunca entendió es por que sus padres nunca decidieron casarse, podía ver la mirada de amor que su madre le daba a su padre y también veía como su padre parecía mirar con cariño a su madre, entonces, ¿por qué? ¿Por qué no estar juntos si se aman?

“No puedes confiar en lo que ves, Charlotte.”

Aquellas palabras hicieron eco en su mente, eran las mismas que su hermano le dijo hace tantos años.

Su hermano…

Hace mucho que no escuchaba nada de él, sabía que era alguien ocupado y no es como que tuvieran la mejor relación del mundo aunque de igual forma ella siempre quiso acercarse a él pero por alguna razón, su hermano siempre parecía poner un muro entre ellos.

Un ruido la sacó de sus pensamientos, parecía provenir de más adelante por lo que aceleró sus pasos pero siempre teniendo cuidado para no hacer ruido. Casi llegando al final del pasillo logró ver la silueta alta y delgada del demonio pelirrojo, quien parecía perdido en sus pensamientos mientras miraba una puerta oscura y vieja.

Charlie se escondió en una de las habitaciones, manteniendo la puerta un poco abierta para mirar sin ser descubierta, Alastor no parecía haber notado su presencia ya que seguía con la mirada fija en aquella puerta.

La princesa entrecerró sus ojos, ahora que lo recordaba, aquella puerta era la única que nunca pudo abrir, o bueno, era la única a la que no tenía acceso. Cuando su padre le dió el hotel para que lo usara para su proyecto le dijo que todas las habitaciones podían ser usadas como ella quisiera, menos una, una puerta vieja de color negro ubicada en el último piso del lugar, al final del pasillo.

Ahora que lo pensaba, era lo mismo que su padre le decía con respecto a aquella vieja habitación en el palacio, a la que solo pudo entrar una vez y donde encontró aquella página que tenía información sobre lo que era su proyecto, aquella página que demostraba que ella no fue la única que pensó que la redención era posible, recuerda que intentó hablarlo con su padre y hermano pero ambos reaccionaron con enojo ante la mención.

"¡NO TE ATREVAS A HABLAR DE ESO DE NUEVO, CHARLIE/CHARLOTTE!”

El sonido de una suave melodía la sacó nuevamente de sus pensamientos, fijó su mirada en la figura de Alastor, sorprendiendose de ver a este en cuclillas mientras acariciaba el estómago de KeeKee, quien parecía muy a gusto con aquellos mimos.

"¿Desde cuando KeeKee se sentía tan cómoda con desconocidos?”

Miró como Alastor se levantaba con la gata en brazos, volvió a entrecerrar sus ojos al ver como los labios del pelirrojo se movían pero no pudo entender nada, segundos después observó con sorpresa como KeeKee tomaba su forma de llave, poniéndose a disposición del demonio de rojo.

Sin más, Alastor abrió aquella puerta, provocando que el sonido de las viejas bisagras se escuchara por todo el silencioso pasillo, pareció que eso poco le importaba ya que sin dudar ni un segundo entró en aquella habitación, cerrando la puerta detrás de él.

Charlie salió de su escondite, manteniendo su mirada fija en el lugar donde hace segundos había estado parado Alastor, mil preguntas pasaban por su mente ante la escena que había presenciado: “¿Por qué KeeKee parecía cómoda cerca de Alastor? ¿Cómo es que Alastor conocía aquella puerta? ¿Por qué KeeKee permitió que Alastor entrara en esa habitación?”
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“¿Por qué tenía la sospecha de que Alastor conocía mejor el hotel que ella?”

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¡Muchas gracias por sus comentarios, adoro leerlos! 💕

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