capítulo 2: Cometido

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La noticia de que la mascota de Ramsay Bolton se había convertido en un omega se extendió rápidamente, generando un gran revuelo y curiosidad entre las personas. Era una leyenda en sí misma, ya que se creía que un alfa no podía transformarse en omega. Algunos especulaban que el maestre de Ramsay practicaba magia oscura para lograr tal cambio, pero Ramsay negó rotundamente estas acusaciones. Explicó que había pedido ayuda a una anciana sabia, la mujer más anciana del lugar, para preparar un brebaje especial.

Sin embargo, para Ramsay, lo único que mas importaba era que Reek cumpliera con lo acordado. Noches tras noche,Ramsay llamaba a su omega para "realizar la concepción del bastardo", como Reek lo llamaba en secreto. También Reek rogaba en silencio no quedar embarazado de Ramsay, ya que consideraba que sería lo más repugnante y abominable.

Las noches en los calabozos eran un infierno para Reek, quien se encontraba sumido en un profundo sufrimiento y desesperación. Por las noche en su desesperado rasgaba su abdomen y suplica a los dioses que lo devuelvan a su antiguo estado de alfa, o incluso que se convierta en un omega inferil, con la esperanza de que Ramsay pierda todo interés en él. Reek anhela desesperadamente volver a los tiempos en los que Ramsay encontraba placer en torturarlo, en lugar de encontrarlo en su propio cuerpo.

En medio de estas noches de tormento, Sansa observaba a Reek con una mirada de agradecimiento. Aunque Ramsay estaba satisfecho con la sumisión de Reek y no buscaba forzar encuentros con Sansa, ella encontraba un atisbo de protección en la forma en que Reek complacía a Ramsay. Para Reek, esto le brindaba cierta sensación de seguridad, sabiendo que estaba protegiendo a Sansa de los avances no deseados de Ramsay.

El maestre había estado observando y controlando cada aspecto de la vida de Reek durante semanas. Ramsay le permitía a Reek comer cualquier comida que deseara, sin ponerle restricciones.

Reek, confundido y sometido a los caprichos de Ramsay, se permitía comer en exceso, pensando que tal vez era su oportunidad de disfrutar de algo que antes le había sido negado. Pero la comida en exceso le provocaba malestares, vómitos y mareos constantes. A pesar de su deseo de detenerse, Ramsay insistía en alimentarlo obligadamente.

Ramsay observaba asegurándose de que el maestre no cruzara los límites con su Reek.

Se acercó a Ramsay con una sonrisa leve en su rostro, mientras Ramsay lo observaba con ojos avizores.

"Mi señor, tengo una noticia que podría interesarte", dijo el maestre con cautela. "El está en cinta, espera un hijo".

La noticia impactó a Ramsay, quien comenzó a aplaudir con una gran sonrisa en su rostro.

"Siempre obtengo lo que quiero", murmuró Ramsay en el oído de Reek, quien estaba en estado de shock, procesando todo lo que estaba sucediendo.

En la mente de Reek recuerdos comenzó a surgir. Recordó el momento en que conoció a Ramsay, cuando lo vio como su salvador al rescatarlo de una casi violación. Pero también recordó cómo Ramsay lo torturó, cómo lo obligó a aceptar que su nombre ahora era Reek y que ya no era Theon Greyjoy.

Ramsay acariciaba el cabello de Reek, sus dedos ásperos deslizándose con una familiaridad que solo el tormento podía engendrar. Reek cerró los ojos, permitiéndose escapar momentáneamente de su realidad retorcida.

En su mente, un bosque se extendía infinitamente. Los rayos de sol se filtraban a través del dosel de hojas, creando manchas doradas en el suelo. Reek imaginó que estaba allí, en un mundo donde tenia todos sus dedos, sino extremidades sanas y completas.

Y Ramsay... Ramsay estaba allí también. Su sonrisa, siempre sombría y burlona, se materializaba ante Reek. Los ojos azules de Ramsay lo escrutaban, como si supiera todos los secretos oscuros que habitaban en el corazón de Reek. Pero en ese momento, no había crueldad en su mirada. Solo curiosidad.

El Vínculo Forjado en el Dolor [Thramsey] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora