final alternativo: Última parte

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Domeric clavó su puñal en el animal ya sin vida, una acción que dolía . A pesar de que su padre Theon le había enseñado que era una cuestión de supervivencia, el corazón de Domeric se resistía a aceptar la caza como algo natural. Recordaba las palabras de su padre, cada sílaba impregnada de la dureza de la vida en la naturaleza, pero aún así, no podía encontrar placer en el acto.

La daga, aún caliente por la sangre, fue sustraída de sus manos por Aeron. Con una eficiencia, Aeron procedió a desollar al animal, sus manos moviéndose con una precisión que Domeric aún no poseía. Era importante terminar la tarea antes de que su padre Ramsay los encontrara; Ramsay no tenía paciencia para la vacilación y Domeric sabía que sería reprendido por no ser lo "suficientemente alfa" para completar el proceso él mismo.

"Gracias, Aeron", murmuró Domeric, su voz apenas un susurro entre los árboles. Su sonrisa era dulce. Aeron, cuya expresión rara vez revelaba sus pensamientos, asintió en silencio. No necesitaba sonreír para que Domeric sintiera el vínculo que compartían. A pesar de la dureza de su mundo y la frialdad que a veces mostraba Aeron, Domeric lo amaba. Amaba su fortaleza, su silenciosa comprensión, y la forma en que, sin palabras, Aeron siempre estaba allí para él, incluso en los momentos más oscuros.

Aeron, con un gesto rápido y discreto, ocultó sus manos manchadas de la sangre del animal, asegurándose de que su padre Ramsay no notara que había sido él quien había hecho el trabajo de Domeric. Ramsay se acercó con una sonrisa en su rostro, una rareza que reservaba casi exclusivamente para Domeric. Con un golpecito en el hombro, felicitó a Domeric por un trabajo que no había hecho, una muestra más de la preferencia que siempre le había mostrado.

"Ya vete", dijo Ramsay con un tono despectivo dirigido a Aeron, quien no mostró ninguna reacción visible ante la frialdad de su padre. Se alejó unos pasos, encontrando una piedra solitaria donde sentarse. Sacó su daga, la misma que había usado para ayudar a su hermano, y comenzó a limpiarla.

"Es hora de que te cases", anunció Ramsay a Domeric.

"No estoy seguro... ¿Cómo... cómo se hace eso?". Domeric, cuyo rostro se tiñó de nerviosismo, balbuceó una respuesta.

Ramsay soltó una carcajada. "Ya verás lo maravilloso que es el matrimonio. Yo me casé tres veces; primero con Lady Donella Manderly, luego con Sansa Stark, y finalmente con mi Reek." Su tono se tornó más oscuro al mencionar a Theon.

Domeric escuchó, su mente luchando por procesar las palabras de su padre. El matrimonio, tal como lo describía Ramsay, no parecía tener nada de maravilloso. Era más bien un acto de posesión, una demostración de poder. Y aunque Ramsay hablaba de sus matrimonios con una especie de orgullo, Domeric no podía evitar sentir una punzada de miedo ante la idea de seguir esos pasos.

Aeron, desde su piedra, no levantó la vista de su daga, pero sus oídos no perdían detalle de la conversación. Sabía que el matrimonio, en manos de su padre, era solo otra herramienta para forjar alianzas y someter voluntades. Y aunque Ramsay no le prestaba la misma atención que a Domeric, Aeron sentía la responsabilidad de proteger a su hermano de las garras de su padre, incluso si eso significaba ocultar sus propios sentimientos.

"¿Pero yo me refería a... cómo estar con una omega?" Domeric había tartamudeado, sus palabras apenas audibles. Su mente se debatía entre la curiosidad y el miedo a lo que Ramsay podría decir.

Ramsay, con su sonrisa incrédula, murmuró: "¿Nunca has estado con ninguna omega?" Su voz era baja, casi un susurro. Ramsay había asumido que Domeric sería igual de mujeriego que Theon. "Oh, Domeric, estás perdiéndote una experiencia fascinante. Las omegas son criaturas frágiles y débiles, pero saben que su deber es atender a sus alfas. Su piel es suave como la seda. Deberías probarlo algún día."

El Vínculo Forjado en el Dolor [Thramsey] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora