recortar nuestra distancia con canciones

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Julián

Sigo contemplando las palabras del cuaderno.

¿Tiene razón? ¿Las escribí porque era así como me sentía realmente?

Nunca presto demasiada atención cuando redacto letras, porque siempre creí que nadie las leería, así que tampoco importa mucho lo que signifiquen las palabras. Pero, ahora que lo pienso, el hecho de que no reflexione sobre lo que escribo tal vez signifique que, en realidad, sí son un reflejo de lo que siento. Para mí, es más difícil hacer letras de canciones cuando uno tiene que inventarse los sentimientos que se esconden detrás. Es entonces cuando hay que pensarlas mucho, cuando no son sinceras de verdad.

Dios, Enzo tiene razón. Escribí esa letra hace semanas, bastante antes de saber lo de Agustín y Lucas.

Me apoyo en el cabecero y abro de nuevo la computadora.

Yo: bueno, vos ganás

Enzo: no es una competencia

solamente trato de ayudarte a entender que capaz haber terminado con él es lo que necesitabas

no te conozco muy bien, pero, basándome en tus letras, creo que querías la oportunidad de pasar más tiempo solo

Yo: decís que no me conocés pero a mí me parece que me conocés mejor que yo mismo

Enzo: lo único que sé de vos es lo que decís en esa letra

y ya que estamos hablando de esto, te parece si la repasamos?

estaba pensando en adaptarla a la música para mandársela a sebastián

y no me vendrían nada mal un par de orejas

Me río y le doy un codazo.

Yo: dale, qué tengo que hacer?

Se pone de pie y busca su guitarra. Después hace un gesto con la cabeza en dirección al balcón. No quiero salir afuera. No importa que en realidad ya estuviera a punto de dejar a Agustín, porque estoy seguro de que no estaba listo para abandonar a Lucas. Y el salir al balcón me distraería demasiado.

Arrugo la nariz y niego con la cabeza. Enzo mira hacia mi departamento, al otro lado del patio. Luego aprieta los labios hasta convertirlos en una fina línea y asiente para decirme que lo entiende. Regresa a la cama y se sienta al lado mío.

Enzo: quiero que cantes la letra mientras yo toco

yo te voy a mirar, para ver que las palabras queden bien en el lugar que tienen que ocupar en la partitura

Yo: ni en pedo

no voy a cantar en frente tuyo

Enzo resopla y hace un gesto de impaciencia.

Enzo: de qué tenés miedo? de que me ría de tu voz?

no te puedo escuchar, julián

Me dedica esa sonrisa suya tan irritante.

Yo: callate

bueno, dale

Deja el teléfono y empieza a tocar la canción. Cuando se supone que empieza la letra, me mira y yo me quedo paralizado. Pero no porque esté nervioso: me quedo paralizado porque lo estoy haciendo otra vez, estoy conteniendo el aliento porque verlo tocar es..., bueno, increíble.

No pierde el ritmo a pesar de que yo entro tarde. En lugar de eso, empieza otra vez desde el principio y toca de nuevo los compases iniciales. Me sacudo de encima ese patético sentimiento y empiezo a cantar la letra. Muy probablemente, jamás me atrevería a cantar así, mano a mano, adelante de nadie, pero resulta bastante útil que Enzo no me escuche. Sin embargo, no me saca la vista de encima, y eso me inquieta.

tal vez mañana | julián x enzoWhere stories live. Discover now