¿Liv? ¿Tom?

978 62 5
                                    

–¿Porque mierda no están en el lago? – grito Mattheo detrás de la puerta.

Tom le dio una última calada al cigarro para después tirarlo.

–Tu respóndele– susurro Tom mientras bajaba hasta mis piernas abiertas.
Metió la mano bajo mi falda y saco mis bragas de un tiron.

–¿Liv? ¿Tom? – volvió a cuestionar Mattheo.

Cuando iba a responder, Tom metio su cara dentro de mi falda, haciendo que lo que saliera de mi fuera un gemido.

–¿Eso fue un gemido de placer o de dolor? – cuestionó Mattheo– conociendo a Tom, debe de ser de dolor.

–No, ¿que? no– no podía formular una jodida respuesta. Y para hacerlo más complicado Tom comenzó a acariciar mi coño con sus dedos –No me está matando, ni estamos follando– pude formar una frase completa.

–¿Que estan haciendo entonces? – pregunto ahora Theo.

Es que vienen pegados ellos dos.

Me tomó más tiempo del necesario responder porque ahora tenía la lengua de Tom en mi coño.

Qué bien hace sexo oral este hombre. Disculpa publica por funarlo en el periódico escolar diciendo lo contrario, error mio.
Sus manos me tomaron de la pierna poniéndola sobre su hombro.

–Tom... me esta peinando– fue lo primero que me pude inventar– y lo conocen, es muy idiota y lo único que hace es jalarme.

Yo tenia la respiración tan entrecortada, y cerraba lo ojos con fuerza para poder concentrarme en no decir una estupidez. Lo cual no estaba funcionado. Obviamente.

Sentí la sonrisa de Tom.
También su lengua qué ahora jugaba con mi clitoris.

–¿Tom te esta peinando? – cuestionaron ambos incrédulos.

–Si, ustedes – me trae un gemido– ustedes no lo saben... porque no tiene el cabello suficiente largo para que el pudiera peinarlos.

Tom introdujo un dedo dentro de mi.

–Mierda Tom– gemí, solo para que el lo oyera.

–Joder estas deliciosa– murmuró Tom, mientras lamia con intensidad.

–¿Que mierda? En fin, nosotros vamos al lago, no tarden – finalizó Mattheo.

Era obvio que no se lo habían tragado, pero no le iba a decir a Mattheo qué su hermano me estaba haciendo un oral, qué ahorita no estuviera molestando.

Por fin pude soltar un gemido. Gemido de alivio o de placer, ambos.

Tom alzó la mirada. Y me miro burlon.

–Eres un idiota– jadee mientras Tom metía y sacaba su dedo.

–Te encanto.

Y volvi a sentí su lengua en mi, junto con su dedo que ahora me penetraba con estocadas fuertes.

–¡Tom! – gemí y el metió otro dedo dentro de mi.

–Eso, gime mi nombre– murmuró con su voz ronca– Joder estas tan apretada.

–Riddle me voy a correr– jadee y Tom detuvo sus dedos.

–Y ahora ¿ya cambiaste de opinión sobre el sexo sin compromiso?– cuestionó Tom con sus dedos dentro de mi pero sin moverlos.

Me lo tenía que preguntar en ese momento, justo cuando estaba indefensa y necesitada de él.

Yo justificando qué claro que quiero tener sexo sin compromiso con Tom.

–Si carajo, sexo sin compromiso y esa mierda, ahora has que me corra.

Tom sonrió triunfante. Y volvió a darme estocadas con sus dedos.

–Quiero que me mires cuando te corras– ordenó Tom– quiero ver la cara que pones cuando llegas al orgasmo.

Gemía con cada estocada de sus dedos dentro de mi.
Y sentí el orgasmo recorrerme. Mis piernas temblaron.
Mi respiración se volvió irregular. Maldije por lo bajo.
Bendito orgasmo me había dado Tom y solo con sus dedos y su boca.

–Te ves tan sexy cuando te corres– dijo mientras sacaba sus dedos de mi lentamente y los llevaba a su boca.

Tom se paro de la cama y me desató.

Mis muñecas tenían marcas rojas.

Tom me tendió una mano y yo se la acepte, apenas me podía poner de pie, no puede ser.

Tom me dio la vuelta y me puso el bikini.

Fui hasta mi maleta y saque la parte de abajo y me la puse. Me quite la falda qué todavía llevaba puesta.

Tom me dio un repaso.

–Nos vemos abajo, Tommy– dije y salí por la puerta.







































Mestiza (Experiencia En RD) Where stories live. Discover now