Titanic || N.H (SIN EDITAR)

#3 "Encuentro"

Harry y yo corrimos por todo el pasillo de tercera clase hasta que llegamos a la entrada, donde caminamos observando la estructura del barco y a las demás personas pasando de un lado a otro por la cubierta. Llegamos a la proa y pasamos la barandilla para correr la proa del barco, en viento nos golpeaba y el horizonte estaba frente a nuestros ojos. Pasamos hasta la punta de la proa del barco y nos subimos en la barandilla, sosteniéndonos de los alambres que sostenían a una de las calderas.

— ¡¡SOY EL REY DEL MUNDO!! —Grite—

Harry rió— ¡Ya hasta puedo ver la estatua de la libertad desde aquí! —Grito el riendo ante mi expresión—

Me incline un poco sosteniéndome mas fuerte para poder mirar hacía abajo.

— ¡Mira! —Señale a los delfines que iban nadando y saltando a los dos lados del barco— Ahora si es definitivo ¡Nueva York allá vamos! —Exclame—

— ¡Claro que si! —Dijo Harry sosteniéndose para ver los delfines—

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Mientras Niall y Harry seguían con sus fantasías, el capitán Smith ordenaba más velocidad, para alcanzar su objetivo de que el Titanic fuera el transatlántico más rápido del siglo, y así fue, la velocidad extra para el barco no se hizo esperar.

A la hora del almuerzo en primera clase todos estaban demasiado ocupados contando y escuchando chismes de personas cuyas vidas son iguales de "extravagantes y entretenidas", pero se sentía como si fueran miles de personas que habían sido programadas para hablar y pensar lo mismo, sincronizadas, como si no tuvieran pensamientos ni opiniones propias.

—Ya encendimos los dos motores más señor —Decía el capitán Smith—

— ¿Y porque aún no ha encendido las dos últimas? —Cuestionó el señor Maison, un millonario dueño de la White Star Line—

—Pues no queremos presionar mucho al barco todavía señor, recién zarpamos

—No me importa, presione aun mas al barco —Dijo botando el humo de su cigarrillo— El viaje del Titanic debe ganar los encabezados, piense lo grandioso que sería llegar al muelle de Nueva York el martes en la noche dejando a todo mundo asombrado, y que usted sea el mas reconocido por haber sido el capitán de semejante barco como el Titanic, ¿Qué dice?

Lo pensó unos minutos—Si señor, ordenaré mas velocidad

Y ese debió haber sido el error con el cual pagarían miles de vidas...

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NIALL

Estaba con Harry mirando el extenso mar, recostados en la barandilla mientras pensaba, ¿Cómo fue que llegamos aquí? Ayer solo éramos dos chicos que tenían que pedir dinero en la calle y ahora estamos aquí en el barco más grande del siglo de camino a una nueva vida, con posibilidades infinitas de encontrar el amor, una vida feliz y quien sabe que cosas fantásticas.

La vida es un misterio absoluto, donde cada día hay que arriesgarse para descubrir más y más pistas que llevaran al tesoro. De alguna manera lo veo así, la gente que pierde su tiempo hablando de lo que le gustaría hacer en un futuro, pero al llegar allá al final no lo hacen. Yo creo que la vida es una de las mejores cosas que tenemos, y no hay porque desperdiciarla, porque nunca se sabe que giro podría darnos y nos cambiaría el destino.

Sacudí mi cabeza y me dedique a escuchar la conversación que tenía Harry con un chico de cabello castaño y un cigarrillo en los labios.

—Entonces, ¿Este barco fue construido por escoceses? —Preguntó Harry al chico—