#11 "Confió En Ti"

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Ahora mismo me encuentro corriendo lo más rápido que los pies me dan hacía los ascensores. Apenas llego empujo a las personas para entrar en él y decirle al encargado que me baje al último piso. Al llegar abro las puertas rápidamente sin esperar al encargado de ello y continuo corriendo por el largo pasillo gritando el nombre de mi amado, hasta que escucho un gemido de dolor y un grito de frustración, de inmediato corro en dirección a ese grito. En una habitación blanca encuentro a aquel rubio dueño de mi corazón esposado a un tubo forzando para zafarse.

— ¡Niall! ¡Estás aquí! —Exclamo con una sonrisa y corro hacia él tomando su rostro entre mis manos y uniéndonos en un beso—, ¡Perdóname por dudar de ti! ¡Perdóname! —Lo beso de nuevo con desesperación, mientras las lágrimas recorren mis mejillas, soy tan estúpida—.

—Tranquila princesa no hay nada que perdonar —Me acercó y él besa mi frente—, deja de llorar, ahora lo importante es poder salir de aquí —Me dice y yo recupero la cordura—.

No podía dejar que mis sentimientos de debilidad se apoderaran de mí ahora, es un momento donde cada segundo vale más que nunca, y no pienso desperdiciarlo llorando.

—Niall, hable con el Sr. Payne, Liam —Corrijo—, y dijo que tenías razón, el barco podría hundirse esta noche.

Su expresión fue de sorpresa, su cuerpo se tensó, abrió los ojos como platos y comenzó a mirar a cualquier parte del lugar, luego se relajó un poco y soltó un suspiro, nuestras miradas se conectaron y hasta podría decirles que era capaz de ver la desesperación colándose en sus ojos.

—Bien...primero que nada tenemos que salir de aquí rápido —Dijo tratando de mantener la calma, fallando terriblemente—, busca la llave para liberarme, creo que tal vez están por esos cajones —Hizo un gesto con la cabeza señalando un escritorio con varios cajones—.

—Está bien —Comencé a buscar por los cajones una y otra vez, abriéndolos y cerrándolos con rapidez, sin resultados—, ¡No está aquí!

—Cálmate princesa, busca en alguna parte por esa vitrina, es una llave plateada —Me indico de nuevo y yo obedecí corriendo hacía ellos—.

Corrí hacia la vitrina y revise todas las llaves en busca de la llave, busque y busque pero no estaba, quizás el guardia se la habrían llevado. Fastidiada suspire y pase una mano por mi cabello. De repente la habitación se llenó de golpe por el agua helada. Yo me sobresalte y ahoque un grito, di un pequeño salto por el frío y Niall se subió a una mesa que estaba flotando cerca de él.

— ¡No aparece esta puta llave! —Grite irritada, ya estaba comenzando a perder la calma—.

—Isabella tranquila, —Dijo pero yo lo ignore y comencé a jalar mi cabello, sentía el ardor de las lágrimas contenidas—, Isabella, ¡Isabella mírame! ¡Mírame! —Grito y yo lo mire con los ojos cristalizados—, estaré bien, estaremos bien mi vida, ahora cálmate ve a buscar ayuda o algo para sacarme de aquí ¿Si? —Yo asentí—, ¡Corre!

¿Qué sería de mí sin este hombre?

Me acerqué a él y acaricie su mejilla para luego besar sus labios—. Volveré pronto.

Salí corriendo de allí y comencé a gritar con todas mis fuerzas en busca de alguien que me brindara algo de ayuda, pero no obtenía respuesta. Corrí hacía las escaleras y las subí lo más rápido que pude, aun no llegaba e agua allí y continúe en busca de alguien pero todas las puertas estaban cerradas, maldita sea. Grite y grite con cada paso que daba y la desesperación me azotaba cada segundo ¿Qué pasará con Niall? No voy a dejarlo allí, prefiero ahogarme con él.

Las lágrimas picaban mis ojos y amenazaban con salir, pero seguí intentando y gritaba con desesperación, hasta que como por arte de magia llego un hombre corriendo igual o más desesperado que yo y se acerco a mí en cuanto me vio.

Titanic || N.H (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora