Capítulo 6

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Gabriel

Habían pasado más de cinco horas desde que Adriana se fue y aunque mi corazón no dejaba de preocuparse y preguntarse, ¿Donde estas Adriana? Mi cabeza no dejaba de dejaba de recordar lo de está mañana.

Aprete la mandíbula con fuerza, cerre mis manos fuerte formando un puño, Cintia tocó mi espalda en busca de que me tranquilice pero, ignore el gesto caminando hacia la pared y le pegué un puñetazo a la pared provocando una leve herida que hizo que Cintia, soltase un leve grito.

Salí de la cocina, no podía esperar más, necesitaba verla me importaba una mierda que no anule la boda, la incertidumbre me estaba matando y con ella la preocupación.

Tan solo di diez pasos después de salir de la cocina y ahí la vi, me miró a los ojos, y yo suspiré aliviado de saber que está bien, empecé a correr para abrazarla, pero Mauro se adelantó y la abrazó en mi cara mientras ella me miraba.

-¿Adriana te encontrás bien? ¿Te hicieron algo? ¿A donde te fuiste?- pregunto Mauro asustado, yo empecé a caminar, pasé por lado de Adriana y está me agarró la mano.

- Gracias - dijo soltando una sonrisa, para luego soltar mi mano y abrazar a Mauro.

Salí de casa pegando un portazo y me dirigí al coche el cuál estaba aparcado delante de casa igual que el de Adriana, a los pocos segundos cuando estaba apunto de arrancar el coche, Cintia se subió al coche.

- ¡¿Que haces?! - pregunté alterado.

- ¡¿Que qué hago?! ¡Me lo estás diciendo enserio! ¡¿Acaso te estás viendo?! ¡Estás huyendo de tus problemas, estás huyendo de Adriana! ¿No era que ella era la única que habías querido de verdad? ¿No era el amor de tu vida? ¿Acaso te rendiste y la dejaras irse con ese puto desgraciado? - dijo gritando.

Mire al frente, cerré los ojos y comencé a respirar, no quería hablarle gritando o con violencia, era la única que me sabía entender y la considero mi hermana.

- Mira Gaby, yo no eh vivido lo que tú estás pasando, pero si de verdad la quieres, lucha por ella antes de que se case y la pierdas para siempre- dijo en tono más relajado.

Se formó unos segundos de silencio incómodo, cuando ya solo se escuchaba la respiración de ambos, Cintia abrió la puerta y le agarré la mano antes de que salga del coche.

-Tienes razón- dije. Ella me sonrió y me dió un beso en la mejilla antes de que está saliera del coche.

Ella me esperó en la puerta, la mire confuso, pero enseguida capté lo que quería que hiciera: Empezar a recuperar a Adriana, ahora.

Entramos juntos a casa, Adriana y Mauro estaban sentados en el sofá, Adriana le estaba pidiendo un pequeño masaje en el cuello, ya que le dolía, pero este se negó.

-Si quieres Adriana, Gabriel te puede dar el masaje- sorprendió Cintia apoyando sus manos en la esquina superior derecha del sofá.

Miré a Adriana, ella miraba a Cintia, luego mire a prima ella me miró con cara de "yo me ocupo" y luego fulminé con la mirada a Mauro, el cuál miraba a mi prima como un perro en celo.

- Por mi no hay problema- dijimos a la vez Adriana y yo. Ella me dirigió una sonrisa amistosa mientras yo estaba cruzando de brazos mirando a Mauro, el cuál no dejaba de mirar a mi prima.

-Pues ya está, si queréis podéis subir - dijo Cintia en tono pícaro.

-¿Cómo? ¿Adriana vas a subir con Gabriel?- habló Mauro dejando de ver a mi prima. Por lo menos aunque mire embobado a mi prima, sabe escuchar.

-¿Pasa algo? Un masaje no tiene nada de malo, ni que fuesen a follar.- dijo mi prima en tono serio, mirando desafiante a Mauro.

-¿Vamos?- pregunté ofreciendo mi mano a Adriana, está la acepto y comenzamos a caminar cogidos de la mano hacia las escaleras, Cintia se sentó al lado de Mauro con un poco de distancia y cruzó sus piernas, ya que llevaba una falda con volumen y que le llegaba casi al final de los muslos.

#2 Detrás De Tí [PAUSADA]Where stories live. Discover now