Capitulo 8

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Gabriel

- Gab te pasaste - contestó Jessica. Le di un sorbo a mi vaso de vino tinto y respondí:

- En cuanto se calme subo.

****

Se habían ido todos, abajo solo estábamos Cintia y yo, y en la segunda planta estaban Mauro y Adriana. Cintia se quedó viendo la televisión, mientras que yo, decidí subir arriba. Subí las escaleras tranquilo pisando los escalones con delicadeza como si fuese la piel de Adriana, en verdad me había pasado, y mucho, pero no soportaba las mentiras y ella me había mentido. Pero aún así, por mucho que hubiese cambiado no podía tratar así al amor de mi vida, ya que aunque discutimos en el pasado, ella me salvó cuando intenté matarme.

Abrí la puerta sin petar, lo sentía innecesario ya que ambos nos habíamos visto desnudos en el pasado. La miré de arriba a abajo, joder estaba demasiado buena, y ese vestido rojo le queda muy, pero que muy bien.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntó con una sonrisa.

- Mucho...- pensé.

- Podría estar mejor- solté por mi jodida boca.

Su sonrisa se desvaneció y me miró con odio, creo que acababa de despertar a la Adriana de 19 años.

-¿Te crees guay verdad?- respondió agarrando su bolso negro de la cama y colocándose-lo en el brazo derecho.

Empezó a caminar, antes de que desapareciera por la puerta, agarré su brazo y nuestras miradas se cruzaron, aún no había perdido ese brillo en los ojos, esos ojos marrones como la tierra, marrones como su pelo medio marrón, medio rubio, aún no había perdido ese curioso lunar en una esquina de uno de los ojos que solía cubrir con maquillaje.

- Voy contigo- dije. Ella me echó una sonrisa sincera.- Me voy a cambiar- agregué.

-Vale, te espero abajo- contestó mirándome a los ojos.

Salimos los dos de la habitación, Adriana bajo las escaleras con mucha elegancia y yo la observaba embobado. Joder quisiera ser ese vestido en ese momento.

Entré en mi habitación después de que ella desapareciese entre las escaleras, en la parte de arriba me coloque una camiseta blanca que marcaba mis pectorales y mi abdomen, en la parte de abajo me puso unos pantalones vaqueros negros que tenía una cantidad inexplicable de bolsillos. Me puse unos tenis negros, y empecé a peinar mi pelo en todas las direcciones hasta encontrar la que más me gustara.

****

Bajé las escaleras, y vi al amor de mi vida hablando con mi prima; algo me dice que Cintia me va a pedir venir con nosotros.

- Gab, ¿Puedo ir con vosotros a la disco?- preguntó Cintia cuando estaba en el último escalón. Os dije que me iba a preguntar.

- No Cintia, aunque tengas 18 años no es necesario que te lances tan rápido a este mundo - respondí agarrando de la mano de Adriana.

-Jobaa- dijo soltando un pequeño berrinche.

- Escúchame, a la siguiente fiesta o carrera, vienes- hablo está vez Adriana.

- ¡Vale!- grito emocionada mientras subía las escaleras.

Mire Adriana, creo que no era consciente de lo que acababa de hacer, pero bueno, espero que cuando empiecen las carreras no se acuerde.

Le di mi mano a Adriana y salimos juntos de casa, le abrí la puerta del copiloto y cuando estaba en el coche, me subí al asiento del piloto, encendí y escuché el rugido del motor, Adriana y yo nos miramos, ambos echábamos de menos las carreras, así que como hoy había carretera libre, nos montamos una carrera sin seguridad. Espero que no nos matemos con el coche.

#2 Detrás De Tí [PAUSADA]Where stories live. Discover now