el dueño de la revista más reconocida en corea decide unir a la empresa a dos de sus hijos; el mayor de ellos siendo un alfa y el menor un omega.
chan, que ha trabajado como modelo durante bastante tiempo en la revista, comienza a sentir una innega...
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Sólo en el momento en que la brisa fría del cielo nocturno rozó sus mejillas, Chan se percató de que se encontraba fuera, su vista nublada por las lágrimas que no se permitió dejar caer se alzó en dirección al brillo de la luna, sintiendo un escalofrío recorrer su columna para después llevar sus ojos hasta la cálida mano ajena sosteniendo la suya, sus propios dedos aferrándose a la unión.
No supo cómo sus piernas reaccionaron para conducirlo hasta allí, pero supuso que SeungKwan de algún modo halló la manera y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, finalmente conectando su mirada con la del mayor que lucía una expresión preocupada hasta que sus facciones se relajaron.
─Mi chofer está aquí─ Murmuró SeungKwan con voz suave, cuidadoso de no perturbar al menor ─Te llevaré a casa─ Ofreció.
El automóvil se detuvo frente a ellos y Chan en silencio entró, rehusándose a soltar la mano del omega, pero una vez ambos tomaron asiento uno al lado del otro, reaccionó ─No sé porqué hice eso, debería regresar a trabajar─ Señaló frunciendo el ceño por su propio comportamiento ─Lo siento, debo estar siendo una molestia─ Se disculpó, sin embargo, sus dedos continuaban entrelazados.
SeungKwan se apresuró a negar ─No, está bien─ Tranquilizó ─No creo que sea bueno que regreses, no sé que es, pero algo te pasó ahí─ Señaló, llevando sus manos entrelazadas juntas a su regazo.
Chan observó su propia mano sobre los muslos del mayor, pero pronto desvió su atención hacía la ventana ─Gracias─ Murmuró.
Una vez aceptó la oferta, el chofer del omega siguió las indicaciones, conduciendo el camino a la dirección que el joven alfa señaló.
Se mantuvieron en silencio durante el tiempo que duró el trayecto y al llegar, Chan soltó un suspiro, su boca a punto de agradecer nuevamente, pero el contrario se adelantó ─¿Puedo acompañarte?─ Pidió SeungKwan.
Y el menor sin querer abandonar la mano que sostenía la suya, asintió.
Ambos salieron del vehículo, Chan manteniéndose a una corta distancia mientras observaba al mayor tener una conversación con su chofer, probablemente convenciéndolo de que estaría bien y tan pronto como SeungKwan se despidió del hombre se unió a él, sus manos constantemente rozándose la una con la otra, enviando cosquillas a ambos, pero no se atrevían a entrelazar sus dedos nuevamente.
SeungKwan observó la residencia frente a él y miró con asombro ─¿Vives aquí?, ¿todo esto es tuyo?─ Preguntó.
Chan soltó una risa y negó ─¿Ves allí arriba?, donde está el balcón, arriendo ese lugar─ Indicó, apuntando hacía allí.
─Oh, ¿vives sólo?─ Interrogó después el omega curioso.
