Capitulo 5

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Parte 1:El Libro

De pie frente al espejo, Tara se ajustó sus enormes anteojos y echó un vistazo rápido a su atuendo para ese día. Llevaba un suéter de lana gris que le abrazaba el cuerpo con comodidad y una falda color vino que le llegaba hasta las rodillas, dándole un toque de elegancia. Detuvo su mirada en su cabello, que llevaba como siempre, con ondas suaves. Siempre se esforzaba por verse lo más presentable posible, siguiendo el ejemplo de sus dos padres, quienes le habían enseñado la importancia de cuidar su apariencia. A pesar de ser una amante de las películas de terror y tener una habitación decorada con posters de clásicos del género, Tara siempre se esforzaba por mostrar una imagen impecable.

Quizá por eso se había sentido atraída por Hazel, su nuevo vecino. Parecía compartir la misma necesidad de complacer a sus dos madres. No es que tener padres del mismo sexo fuera algo malo para Tara, pero a veces sentía la presión de siempre tener que lucir impecable como muestra de su agradecimiento por haber sido adoptada.

Después de ajustar su mochila, Tara decidió adornar uno de los tirantes con una chapa del Pride antes de bajar a la cocina. Allí, saludó a sus dos padres, quienes estaban terminando de preparar el desayuno. Uno de ellos era un hombre bajo y rechoncho, con poco cabello, mientras que el otro era alto, delgado y moreno.

-Buenos días, princesita -le dijo el padre moreno con una sonrisa.

-Buenos días -respondió ella, devolviéndole la sonrisa.

-Espero que te guste el desayuno -le avisó su otro padre, también con una agradable sonrisa. Dejó dos platos adornados con pan tostado y vegetales frente a Tara.

Aunque no era su desayuno favorito, Tara aceptó el plato con gratitud. Para ella, era una forma de mostrar que apreciaba el esfuerzo que sus padres ponían en preparar las comidas.

Una vez que todos estuvieron acomodados en la mesa y listos para dar el primer bocado, alguien llamó a la puerta principal.

-Yo iré -dijo uno de los padres, levantándose de la silla, pero antes de que pudiera moverse, Tara lo detuvo con su mano.

-Tranquilo, iré yo.

Gustosa, Tara se dirigió hacia el recibidor de la casa y abrió la puerta. Para su sorpresa, se encontró con el pálido rostro de su nuevo vecino, Hazel. Parecía que había tenido una noche difícil, con ojeras marcadas bajo sus ojos.

-Hola, ¿podríamos hablar? -soltó Hazel, saltándose por completo los "buenos días".

-Claro, si quieres puedes...

-No, en mi casa... -la voz de Hazel sonaba quebrada y Tara notó que temblaba al hablar. Miraba a los lados con evidente nerviosismo -. Creo que hay algo que me gustaría mostrarte -continuó él.

Tal vez no era mejor idea del mundo seguir al chico nuevo que llama a tu puerta y menos con las fachas con las que andaba Hazel, eso lo sabía Tara, cada una de las películas que había visto evidenciaban lo mala idea que era, pero terminó por aceptar guiada por la curiosidad.


*****

Desde que Hazel llegó a Maddison Falls, rara vez había visto el cielo azul. Por lo general, siempre estaba nublado y había una gran probabilidad de lluvia. Ese día no era la excepción.

Su madre, Janeth, se había marchado temprano a su trabajo, mientras que le había dicho a Amelia que tomaría el autobús para ir a la escuela, aunque eso era una mentira. No podía simplemente ir a clases como si nada cuando había visto el fantasma de una mujer frente a sus ojos. Desde que leyó esas palabras en el libro que encontró, no solo veía ese espectro, sino también a otros por las calles e incluso vio a uno flotando sobre una casa al otro lado de la calle. También vio una criatura que casi lo hizo perder la cordura. Por eso fue a buscar a Tara, para que ella confirmara que no habia perdido la cabeza.

Bienvenidos a Maddison Fallsحيث تعيش القصص. اكتشف الآن