La Primera Impresión Nunca Se Olvida

3 1 0
                                    


Después de aquella majestuosa noche que había tenido con James, no lo había podido ver más hasta pasados dos días, aunque siempre me enviaba flores con pequeñas notas para que no pensara que él ya se había olvido de mí. Luego volvió una noche a por mí y nuestras citas se tornaron algo diario, cada noche el claxon de su auto sonaba desde la calle frente a mi edificio, con cada minuto que pasábamos juntos lo conocía mejor y podía entender un poco más su vida privilegiada, pero a la vez llena de fracasos amorosos. Era un chico que tenía sentimientos profundos y que se entregaba en cuerpo y alma con cada chica que le gustaba. La llama del amor y la atracción sexual entre nosotros creció muy deprisa y ya no nos podíamos contener, en su auto, él los baños de los restaurantes a los que íbamos, en mi departamento y una vez más que otra en la calle, teníamos sexo como animales salvajes en celo. Él era todo lo que necesitaba hacía mucho tiempo y sentía que también yo era lo que él estaba buscando. La tarde perteneciente a mi día de descanso, James llamó y me dijo que si nos podíamos ver dentro de media hora, que debía de hablar conmigo algo importante, mi repuesta fue que si, y él replicó diciéndome que pasaría por mí en treinta minutos. Recuerdo que estaba totalmente asustada y muy intrigada, no sabía que estaba pasando, así que empecé a recorrer todos mis recuerdos junto a él tratando de ver si había hecho algo malo o que hubiera dicho que le hubiese molestado, pero no encontré nada, lo que aumentó más mi desesperación e intriga negativa. Tal y como me había dicho media hora más tarde estaba abajo de mi edificio, pero esta vez no lo esperé en mi departamento sino en la acera donde solía estacionar su auto.

—¿Pasó algo? — Lo saludo con un beso en sus labios, le pregunté asustada, pero al menos no me había rechazado el beso.

— No, amor tranquila, es solo que no sé cómo decirte esto, ya que es un poco pronto — me mira, desvía su mirada hacia la calle.

— Tranquilo, puedes hablarme de lo que sea y lo sabes — Cuando me dijo lo anterior fue como que me habían liberado de un peso, estaba más tranquila, pero aún un poco preocupada, lo tomo por el mentón y le volteo su cara hacia mí.

— ¿Hacia dónde va esta relación? — me pregunto estando frente a frente a mí.

— James, si soy honesta, tú eres quien me ha devuelto la ilusión que tenía perdida en el amor, y sí, estoy enamorada de ti y no quiero que esto acabe, y esta relación irá hasta donde estaremos dispuestos a llevarla — se lanza y me besa.

— Sé que es algo precoz, pero me gustaría que conocieras a mis padres esta noche.

—¿Esta misma noche? — le pregunté.

— Sí, digo si no hay ningún inconveniente.

— No, por mí está bien, ¿A qué hora vendrás a por mí?

— Estaré aquí a las siete, mis padres cenan siempre a las siete treinta y la idea es que cenemos juntos.

— Está bien — pasa un auto por nuestro costado y su ruido hizo que mi voz se escuchara baja.

— Nos vemos a las siete entonces.

— Si, nos vemos más tarde — lo beso y bajo del auto.

Su claxon sonó dos veces y puso su auto en marcha desapareciendo entre la calle mientras el sol lo hacía ver a cintra luz. Sin duda alguna era que James me había dejado totalmente aturdida y un poco fuera de sí, creía que nuestra conversación sería la última, pensaba que, ya que habíamos tenido sexo simplemente me desecharía, ¡pero no! ¿En verdad quería que conociera a sus padres? No me podía creer que eso estuviera pasando, nunca antes había tenido que lidiar con ese tipo de cosas porque mis antiguas relaciones duraban demasiado poco, así que estaba un poco emocionada y asustada a la vez, suelo temerle a lo que no conozco. Subí a casa y empecé a prepararme desde muy temprano para estar más que lista una vez que James llegara a recogerme. Tome un baño de agua caliente con sales, lavé mi cabello con champú regenerador con volumen, hidraté mi cutis con aceites vegetales, pinte mis uñas de rojo pasión; traté de que mi cuerpo se viera impecable para la ocasión. Peiné mi lisiada cabellera negra y me vestí con un vestido verde lino de corte largo por los tobillos de vuelo junto a unas guanteras marrones de un material de imitación al terciopelo que llegaban hasta mis codos. Mientras me acicalaba las horas se fueron muy rápido, tampoco es que haya tenido todo un día para hacerlo, y cómo que lo prometido es deuda, tenía una deuda pendiente con mi chico, ya que me esperaba abajo a la hora que acordamos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pecado Original Donde viven las historias. Descúbrelo ahora