Los Sin Sombra #ONC2024 (TERMINADA✔️)

PREFACIO

Había pasado ya un año desde que Calett me había propuesto matrimonio. Y un año desde la muerte de ella.

Acoplarme a su realidad fue difícil, empezando por el vocabulario y su estilo de ropa. La mayor parte del tiempo pedía permiso para todo, sin mencionar que si un cambio radical en todo su persona y eso provocó que ahora su madre y yo nos distanciaramos por completo.
No la culpaba, de hecho la admiraba por la grandiosa forma de suponer que yo no era su hija.

Durante los meses siguientes a aquella fecha evite cualquier acercamiento con el callejón y el portal. Es más, desconocía si seguía disponible. Quería creer que ahora ese lugar era parte de mi pasado, cosa que fue todo lo contrario.

Al principio empezaron como pesadillas y luego, comencé a notar que se repetían cada cierta fecha. De cierta forma me aterraban porque la veía verme dormir y en una de tantas, la soñé pidiéndome ayuda; justo como yo solía hacerlo...

Calett por supuesto noto mi miedo excesivo y mientras que él creía que era por la "situación" de su madre que la tenía en coma, yo sabía perfectamente que era por HellBlack.
Desconocía mis razones como para seguir guardando el cuerpo de su madre como recipiente, si hasta donde creía ya no tenía sentido. Pero cada viernes seguíamos visitándola, siempre eran una o dos horas, no más.

Al principio fue extraño el modo con que intente sanar esos sueños. Si alguien notará el ramo de flores que dejaba en el callejón claro que lo notaría perturbador, pero al final termino siendo rutina para mí y visitaba el portal cada mes a la hora acordada.

Nunca toque el espejo y ella nunca apareció de nuevo.

Faltaban cinco días para mi boda cuando finalmente crucé el portal. Me sorprendió verme sin una "forma" definida y entonces tuve claro que ella estaba muerta.
Recorrí esas viejas calles hasta mi hogar; lugar que ahora estaba hecho trizas. Escuché que Birmen estaba esperando a su primer hijo, ya estaba casado y era rey.

Sin duda era extraño como la vida avanza después de la muerte. Quizá algunos te recuerden y a otros les dé simplemente igual.

Para cuando iba de regreso al cuerpo, entre el musgo, note una funda de piel. Apenas y se notaba. En cuanto lo tome me di cuenta que se trataba del cuadernillo de ella; sobre la cubierta había una pequeña nota escrita en mi lengua que decía:

"Cumple su sueño"

Fue la señal que necesitaba para saber que todo había acabado, entonces lo leí...

Enterarme del como Birmen si supo del cambio de dimensión y como la chantajeo no hizo más que terminar por ponerme en estado de alerta.
Era inútil sopesar que me había librado de él porque desde ya podía jurar que vendría a buscarme tarde o temprano.

Es más incluso suponía que era el quién me había dejado la nota.

Asustada, apenas salí de HellBlack tome un ladrillo y lo arroje al espejo.
Estaba roto ahora, y ya no habría modo de que alguien cruzará.

Debatiendo sobre si hacerlo o no, entendí que Argelia anhelaba publicar un libro lo suficientemente bueno como para vivir de ello. Y solo hasta que aprendí su escritura, comencé a redactarlo por ella.

Al principio, pensé en crear una historia basándome en sus ideas pero supuse que nuestra historia sería la ideal para plasmar lo sucedido. Me costó pero al final sin decirle a nadie lo mandé a la editorial esperando ayar respuesta.

Cumplir su sueño no me haría mejor persona pero si calmaba mi conciencia, y no se, quizá algunas personas entenderían el porque de mis actos.

Creí que tener una boda sería una de las mejores sensaciones y lo disfruté claro está hasta que en el altar Calett le juro amor eterno a Argelia, no a mí. Mientras que el relataba anécdotas de como fue que se conocieron, como se enamoraron, en mi mente solo había momentos con Esfel o Birmen siendo torturada.

Esa tarde entendí que no importaba cuánto lo amara o lo que yo había hecho por él, al final siempre sería ella.

Esa sería mi maldición.

—Mi madre estaría muy feliz por nosotros amor —anunció mi ahora ya esposo, de camino nuestro nuevo hogar en la ciudad.

Resulta que dos semanas después de la boda, fui hasta el hospital para terminar con el sufrimiento de su madre. En cuanto retire mi sangre de su sistema se declaró completamente muerta.
Para Calett aún era difícil asimilar que su madre había muerto por un posible pacto que terminó en un "ataque al corazón"

—Claro, amaba la pareja que eramos —respondí irónicamente. Porque tampoco sería así.

En cuanto bajamos del auto, el se quedó a cocinar y yo, como de costumbre fui por mi ordenador para revisar el correo.

No esperaba encontrar nada. Mi único amigo era Joshua o la señora Johnson. De vez en cuando nos escribíamos pero nada más.

Sin mucho ánimo abrí el correo y para mi sorpresa el nombre de la editorial destacaba entre todos.

¡Había tenido respuesta!

Calett subío enseguida al escuchar mi grito de emoción y yo, con las sensaciones a flor de piel, le señale el ordenador. Sin que se lo pidiera comenzó a leer el mensaje; donde se me citaba el día de mañana a una reunión para una posible publicación.

Aquella noche la celebramos fuera en un restaurante, luego nos quedamos hasta la madrugada observando las estrellas y al llegar al departamento hicimos el amor. Nunca me cansaría de decir lo afortunada que había sido al conocerlo o más bien de que ella me hiciera tenerlo.

A la mañana siguiente me prepare como de costumbre aunque las horas hasta el momento del encuentro se me hicieron eternas. Las manos no dejaban de sudarme pero finalmente estaba yo sentada frente a aquel escritorio.

—¿Señora Smith, verdad? —asentí orgullosa, —Como lo vio en el correo, la propuesta que nos hizo llegar nos interesa y si se llega a un acuerdo se empezará con la maquetación del libro. Seguido de publicidad en redes sociales y entrevistas. ¿Que dice?

Me extendió un par de hojas que eran el contrato. Tarde algo en leerlo pero al final lo firme, entregándole mi credencial para verificar todo.

El al tomarla, me miró sorprendido.

—Igual que ella... Argelia

Ahora tenía el cabello largo y me lo había tenido de un rubio claro. Esta era yo ahora.

Sonreí, tomándola de vuelta.

—Si, aunque prefiero que me llamen por mi nombre, Damelia.