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Nunca había tratado mucho con niños.

No era que no le gustaran, era más bien... Miedo?

No tenía idea de que decirles, le aterraba dar pasos en falso y hacerlos sentir mal. Incluso cuando el mismo era un niño prefería codearse con adultos. En las reuniones de sus padres hablaba con sus socios y huía de los intentos de los mayores de emparejarlos con sus hijos para que jugara con el resto de los de su edad.

Siempre fue, como le decía Alfred "peculiar". Una manera linda de decir que era jodidamente extraño y taciturno.

Pero, podía admitir fácilmente que si le encantaba los niños, los consideraba creaturas de luz que calentaban su corazón. Ver a un bebé lo llenaba de curiosidad, le gustaba mucho verlos reír y moverse torpemente. Totalmente encantador.

Hace poco su secretaria había tenido un bebé y lo trajo para que todos los conocieran. En su papel de Brucie no pudo evitar que lo obligarán a cargar al bebé. Cómo Batman había tenido que ver y vivir el terror de frente muchas veces pero nunca se había sentido tan cohibido e incapaz como cuando ese bebé había decidido que su misión era jalar su cabello y no soltarlo.

Encantadores y aterradores creaturas.

Pero a estás alturas todo eso era irrelevante.

Llevaba a tres niños en el Batimóvil de todos los lugares. Y no precisamente con destino a un orfanato o una casa de acogida.

Alfred se iba a reír en su cara.

Los dos niños mayores iban en el asiento de pasajero. Richard, el más grande ya se había quedado dormido en el hombro del niño llamado Jasón.

Ese último aún lo miraba con odio...

Pero se veía adorable.

Timothy Drake, su antiguo vecino dormía encima de el en su pecho mientras conducía. Por fin se había cansado de preguntar por los botones y funcionamiento del Batimóvil.

Él no creía en el destino, Pero no sabía cómo más llamar a esto. Una gran casualidad? Ya había visto a estos tres niños en diferentes ocasiones y momentos.

A Richard Grayson hijo de los Grayson voladores, los había conocido en una de sus últimas actuaciones en el circo Haly's. Habían sido impresiones, y Bruce sintió orgullo de aquel niño sonriente que era capaz de hacer volteretas en el aire.

Se enteró días después del trágico fallecimiento de los Grayson, furioso, inició una investigación.

En esa misma semana un chiquillo de la calle muy altanero había tratado de robar los neumáticos de su auto a unas cuantas calles de Wayne Interprise. Bruce lo había dejado allí en una parada para desayunar. Trato de hablar con el niño, preguntarle cómo estaba y si necesitaba ayuda. Pero aquel niño cuyo nombre ahora sabia era Jason lo insulto y le tiró un par de piedras. Tenía buena puntería.

Después de eso comenzó una búsqueda para localizar a aquél niño para corroborar que estuviera bien.

Esa misma noche, asistió a una gala donde tuvo que soportar a los Drake, siempre presumidos y clasistas hasta la médula. Cuando decidió que había tenido suficiente de gente pretenciosa emprendió su camino a buscar su abrigo para irse, descubriendo a Timothy, escondido en un ropero comiéndose uno de los postres. Timothy le invitó uno de sus postres y compartió un rato con el bebé silencioso.

Y luego los Drake murieron.

Las personas involucradas en los casos Grayson y Drake eran de alto nivel, y no tenía el paradero del niño de los neumáticos. Pero al localizar a Richard en el orfanato dio casualmente con Timothy y Jason. Mientras conseguía el modo de cerrar los casos, donó una gran cantidad de dinero (cosa que ya hacía constantemente ) para  asegurar el bienestar de los niños y tener una excusa de ver cómo estaban psicológicamente él mismo.

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⏰ Last updated: May 11 ⏰

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