ACTO 3 ¦ LA CHARLA ¦

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_Ya te pedí perdón, ya hablame - Ambos habían continuado deambulando entre los pasillos esquivando escombros y basura para llegar a las escaleras, Catnap aun  seguía tratando de calmar al can quien realmente se sentía muy indignado  ya que  a pesar de ser encadenado y maltratado catnap nunca le había hablado de esa manera en esos 10 años, su mayor insulto fue  que era un tonto ingenuo por creer en poppy qué era un hereje, aun así no le diría nunca  al gato ( o tal vez si) pero realmente se sintió mal con aquellas palabras, se sintió un chico malo.

La alargada cola del felino le impidió el paso por lo que  Dogday solo logro dar otro par de pasos hasta que fue detenido y girado por el gato al cual miro molesto, Catnap solo suspiro y sostuvo su rostro entre sus patas, no le agradaba ser ignorado por el canino así que si no le quedaba de otra le pediría perdón, la interacción era más fácil cuando lo tenía atado joder.

- Lo siento ¿Bien? - Honestamente catnap no pensó que después de años de tortura y eso el perro se molestaría tanto por un monton de palabrerias pero bueno, era Dogday así qué en realidad se lo debió esperar hace mucho.

- ¿Quién te enseñó a decir cosas tan feas? - En realidad no sabía el significado de real de todas ellas pero sabía que no eran nada buenas ya que al final de alguna forma sabía de quienes venían y aunque no fuese Catnap ya le habían hablado de forma similar antes por lo que tristemente para el pobre perro le trajo recuerdos desagradables. Mientras tanto a Catnap la cara del can le causaba gracia ya que a pesar de mostrar claramente su ira era chistoso tener que bajar su propio rostro para verlo.

- Te sorprendería escuchar el vocabulario de los trabajadores cuando los niños dormían - Y no solo el de los trabajadores, el de los científicos cuando estaban estresados y sus voces cambiaban tan drásticamente llegando a ser más fuerte.

- Mmm te creo - Miro al gato fijamente tratando de recordar un insulto de los que había escuchado alguna vez empujando en lo profundo de su mente los recuerdos desagradables que habían venido - Soquete.

-Auch  eso fue muy hiriente - Comento sarcástico, no se rio solo porque no le gustaba ver al can así, enojado y evasivo así que retiro suavemente sus patas y cola del cuerpo ajeno.

- Yo también puedo decir cosas feas - se cruzó de brazos y miro al felino con esa mirada retadora qué... Le disgustaba, porque era la mirada que ponía cuando iba a ponerse en peligro.

- Si, Como sea - Fijo su atención en los escombros tratando de ver si algo había cambiado desde la última vez que estuvo ahí, lo único que noto fueron unas pequeñas huellas.

- Catnap...-Dudo en llamarlo pero la incertidumbre es algo que no lo había abandonado y sentía que por los acercamientos que habían llegado a tener... Tal vez lo que quería preguntar no era algo malo.

- Dime - Aun seguía analizando las pequeñas huellas y algo que noto es que habían pequeños restos esparcidos por todos lados, incluidos las mismas piernas de los pequeños seres que por ahí habían pasado ¿Había algo ocultando se aquí abajo? No era la dirección a la que iban pero aquellas puertas rojas... Por un momento sintió que le llamaron.

- ¿Porque de pronto me odiaste? - Con esta pregunta llamo la atención genuina del felino quien detuvo cualquier hilo de  pensamiento que de pronto tuviere  - ¿Hice algo malo? ¿Te hice daño? ¿Fue el prototipo? ¿Porque de pronto empezaste a odiarme? - Una tras otra y sin detenerse las palabras y preguntas salieron de su boca aun dudoso y temeroso de lo que su compañero fuese a decirle.

ARREPENTIMIENTO Where stories live. Discover now