Capitulo 41

83 12 2
                                    

El auto se detuvo finalmente.
— Señor. — La voz cautelosa del chofer nos sorprende, haciendo que nos separemos casi de un salto. El divisor se baja un poco para que podamos escucharlo, aunque no lo suficiente como para que pueda vernos. — Ya hemos llegado al destino. — Vuelve a subir lo que quedaba de espacio entre el divisor, y lo próximo es una mirada de complicidad entre Hasse y yo.

La pelea quedó olvidada, aunque la información la había recibido de buena manera. Habíamos pasado el rato besándonos con tanta pasión que sentía los labios hinchados. Me acomodé en el asiento, tratando de recomponerme, pero mi corazón aún latía desbocado.

— No podemos seguir así, Hasse. — Dije, mi voz apenas un susurro, mientras miraba la sombra de nuestros reflejos en el vidrio. — Este constante ir y venir, estos ataques de celos y luego...

— Lo sé. — Interrumpió, su voz baja pero cargada de una intensidad que hacía eco en el espacio reducido del coche. — Pero no puedo evitarlo, Alicia. La sola idea de que puedan hacerte daño...

— No me van a tocar. — Aseguré, buscando sus ojos. — Pero necesitamos encontrar una manera de manejar esto. — Hago una pausa.— No podemos seguir dejándonos llevar por la ira, ni tampoco podemos estar siempre al borde de la discordia, nos hacemos daño con palabras que ni siquiera queremos decir.

Hasse asintió lentamente, sus ojos ahora suaves, llenos de una mezcla de arrepentimiento y resolución. Su mano se extendió hacia la mía, y nuestros dedos se entrelazaron, un gesto que parecía prometer algo más allá de las palabras.

— Lo intentaré, daré mi parte para mejorar mi carácter. — Dijo finalmente, su voz firme. — Pero necesito saber todo. No más secretos, no más medias verdades. Si estamos en esto juntos, tiene que ser completamente, fui sincero contigo y solo pido que sea recíproco.

Asentí, con una oleada de alivio y temor al mismo tiempo. Sabía que lo que estaba por decir cambiaría todo, pero también sabía que era necesario.

— Esta situación con mi madre... — Comencé, tragando el nudo en mi garganta. — Es más complicada de lo que imaginaba. Malih... él...

— ¿Cómo sucedió todo ? — Preguntó Hasse, su tono endureciéndose de nuevo, pero sus ojos mostrando una preocupación sincera.

— le escribí a mamá antes de llegar por el inminente momento incómodo que estaba pasando con Aranza.— este cierra los ojos.

— Eso es mi culpa, tuve que llegar antes y... no pude acompañarlas pero sería raro que llegaran en carros diferentes cuando ambas son... "mis prometidas"

— Lo sé.— suelto el aire.— Cuando hablé con ella me comentó sobre un hombre nuevo que conoció, me alegré por ella.— Admití, las palabras saliendo finalmente. — y después cuando, Bratt me recibe, dice algunas clases de estupideces sobre "que el tiene cómo hacer que ese hombre dañe a mi madre" — lo veo a los ojos.— Me asusté, pero luego me di cuenta que era otro peón en el juego, cuando Malih se acercó a mi con ese impetud de soberbia. Tienen a mi madre por qué el hombre que ella conoció y con el que está saliendo actualmente es hombre de Malih, y me han estado amenazando, pidiendo que te deje a cambio de su seguridad y grandes sumas de dinero, Malih quiere que me case con el.

El silencio que siguió fue denso, cargado de una tensión que parecía casi palpable. Hasse cerró los ojos, respirando profundamente, antes de abrirlos y mirarme con una determinación feroz.

— Sabes que no permitiré que eso ocurra ¿Cierto?. — Declaró, su voz firme. — ¿Cuanto tiempo te dio? Buscaremos a tu madre y la traeremos aquí, sana y salva.

— ¿No crees que sería aún más peligroso que nos tengan aquí en su territorio  a las dos? ¿Y si eso es lo que buscan? Que arremetamos.— era lo que había estado rondando en mi cabeza desde mi conversación con Malih.

Árabe a la fuerza #wattys2023 Where stories live. Discover now